José Cabrera acaba de publicar ‘Las raíces del mal’ (Almuzara). El psiquiatra forense más mediático reflexiona sobre las raíces, las consecuencias y las huellas que dejan en nuestra sociedad todas las aristas derivadas de la maldad. Como ningún comportamiento humano le es ajeno, analiza los perfiles de los grandes tiranos de la Historia, los modernos terroristas o los “literarios” asesinos en serie.
PREGUNTA.- ¿Qué diferencia hay entre una persona mala y un psicópata?
RESPUESTA.- El psicópata padece un trastorno de la personalidad. Es un sujeto cuyo cerebro sufre unas alteraciones que le impiden tener sentimientos. La persona malvada no tiene ningún trastorno psiquiátrico; hace daño gratuito al prójimo.
P.- ¿La maldad tiene cura?
R.- El mal no es un diagnóstico médico ni es una enfermedad, por tanto, no tiene tratamiento. Es un concepto, inicialmente moral y es algo no controlable salvo que el sujeto sepa percibir la línea divisoria y evite caer en la conducta malvada. (…)
P.- ¿Es posible luchar contra él?
R.- Contra el mal se puede luchar, conociendo dónde está –porque no se sabe lo que es– y con conductas contrapuestas. El que se sacrifica en pro de sus semejantes –como pudo ocurrir en los campos nazis– lo desmonta. Si no sabemos dónde está el mal, lo tenemos muy crudo.
P.- En una hipotética lucha, ¿el bien vence al mal?
R.- Sí, pero al final de la carrera. Mientras se está corriendo, el bien cae de rodillas muchas veces… pero tiene una potencia, una claridad y una luz invencible y que todos anhelamos. Aunque haya seres muy malos, el bien es un tsunami frente al mal que se queda en olas muy grandes y escandalosas. (…)