En marzo de 2019, Celestino Aós, capuchino de Artaiz en Navarra, España, asumió la arquidiócesis de Santiago como Administrador Apostólico. Llegó ahí trasladado desde Copiapó donde era obispo diocesano desde julio de 2014. En diciembre pasado, el Papa Francisco lo nombró arzobispo de Santiago y ahora, antes de un año, lo elige cardenal.
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El anuncio tuvo lugar en la celebración dominical del ángelus, día que los chilenos participaban en un inédito plebiscito para definir si se elabora una nueva Constitución para el país.
Día de plebiscito
Al pedir una reacción de Aós a su nombramiento, lo hizo a través de un video que inicia con la fórmula de San Francisco: “Paz y Bien a todos. Este saludo que es la expresión que san Francisco nos enseñó a sus hijos lo quiero dirigir a todos y cada uno de ustedes, al recibir el nombramiento del Santo Padre para esta nueva responsabilidad y les pido también a todos que me ayuden con su oración”, expresa el arzobispo como única alusión a su nombramiento.
A continuación se refiere al plebiscito en Chile. “En este día, continúa Aós, en que tenemos la oportunidad, cada uno de nosotros, de colaborar, de ayudar a Chile, expresando nuestro deseo, expresando con nuestro voto lo que soñamos, lo que queremos para el futuro les animo a que, efectivamente, unos con mayor dificultad, con mayor sacrificio, pero que todos hagan lo posible por ir a votar, por ir a expresar su convicción”.
Finalmente, llamó a que el acto cívico se realice con normalidad: “Les animo a que todo sea en paz en el día de hoy, con responsabilidad. Que la paz la vayamos recibiendo de Dios, la vayamos cuidando y la vayamos construyendo en Chile, todos los días y entre todos. Paz y bien a todos”, finalizó el próximo cardenal.
Celestino Aós Braco nació en Artaiz, Navarra, en abril de 1945. A los 19 años, hizo sus primeros votos en la Orden de los Hermanos Menores Capuchinos y su profesión solemne en 1967 en Pamplona. Con estudios de Filosofía, Teología y Psicología, en la Universidad de Barcelona obtuvo la Licenciatura en Psicología. En 1968 fue ordenado sacerdote, y en 1983 destinado por su congregación a la Provincia de Chile donde ha colaborado, principalmente, en parroquias y como juez en el Tribunal Eclesiástico de Concepción.
Ultraje al pueblo de Dios
Hace pocos días, entrevistado por Radio “María” confesó su sorpresa por los desafíos que ha debido afrontar en estos seis años de episcopado. “Ha significado encontrarme con el Dios de las sorpresas. Nunca pensé que podrían nombrarme obispo de ningún sitio”, dijo en esa ocasión.
En esa misma entrevista, consultado por la violencia en el aniversario de las manifestaciones sociales en Santiago donde fueron incendiados dos templos, dijo que su preocupación va más allá de la destrucción material, ya que el sufrimiento de las comunidades le genera más inquietud. “Ahora se ven ultrajados de esa manera, porque el ultraje no es solo a una imagen, sino que es principalmente al Pueblo de Dios, a nosotros, a los creyentes y eso es lo que duele”, expresó Aós.
También confesó haber tenido una entrevista con el Papa Francisco, pocos días antes, en la que le expresó cercanía y solidaridad con el pueblo chileno, animándolo a seguir adelante en su búsqueda de paz y reencuentro. “Yo quiero transmitir a todo el pueblo chileno, no solo a los católicos, la solidaridad del Santo Padre que es tan cercano, que reza por nosotros y se pregunta al igual que nosotros, cómo puede ayudar para que salgamos adelante”, expresó Aós.
