A propósito de la exhumación de los restos de José Gregorio Hernández, este 26 de octubre, el cardenal Baltazar Porras, administrador apostólico de Caracas y arzobispo de Mérida, ha expresado que “más que un simple rito sanitario o el cumplimiento de un protocolo es un acto de fe en la resurrección”.
“Estamos ante los despojos mortales de alguien de quien tenemos la certeza de estar en el cielo, a la vera de la Santísima Trinidad y en compañía de muchos a los que sirvió y atendió con cariño y competencia, privilegiando a los más débiles y desvalidos”, ha dicho.
Porras ha recordado que “la tumba que va a ser abierta es una invitación a que cada uno de nosotros y todos como comunidad” para cumplir el verdadero y auténtico mandamiento que “no es otro que el del amor a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a uno mismo”.
“Ese fue el testimonio permanente de nuestro beato”, por lo que “pedimos que su beatificación sea para nosotros, camino de reconciliación que nos una bajo el signo del venezolano posible y del cristiano ejemplar que fue el médico de Isnotú”, añadió.
Este proceso forma parte de los requisitos exigidos por el Vaticano para la beatificación del primer laico venezolano, cuya ceremonia se tiene pautada en Venezuela para el primer trimestre del año 2021.
El cardenal informó que se han tomado estrictas medidas de bioseguridad en atención “con el guion protocolar según las directrices de la Congregación para la Causa de los Santos” y ha pedido a quienes seguirán este acto por medios de comunicación y redes sociales sentirse “protagonistas y no meros espectadores”.
Además ha indicado que el proceso de exhumación culminará el sábado 31 de octubre, por lo cual es propicia “la ocasión de redescubrir las periferias que están cerca de nosotros, en la ciudad o en el campo, en la familia o en el barrio”.
Porras ha recordado que “José Gregorio no hizo distinción de personas, trabajó con y para todos”, por ello “los primeros que exaltaron sus virtudes, por encima de todos, fueron los de a pie, los del pueblo, seguido de hombres como Luis Razetti o Rómulo Gallegos, quienes más allá de las diferencias coincidían en buscar juntos la salud de la gente”.
Foto: UCAB