Durante la apertura del Año Jubilar Eucarístico del Cáliz de la Pasión, celebrada ayer, 25 de octubre, el cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, afirmó que “debe servirnos para ser compasivos y asumir como propios los sufrimientos y carencias de los hombres, de los inmigrantes, de los que no tienen techo, de los huérfanos y dar a los que necesitan ayuda económica”.
Durante su homilía, tal como informa Europa Press, Cañizares remarcó que “no podemos tener la caridad de Cristo si no edificamos la comunidad cristiana sobre la eucaristía”. De hecho, “esto es lo que vamos a vivir de manera especial en este nuevo Año Jubilar del Santo Cáliz, que la Santa Sede nos concede celebrar cada cinco años para renovar y revitalizar nuestra iglesia diocesana, con una fe llena de vigor, esperanza y amor, para vivir con renovado vigor el misterio eucarístico con todo lo que significa como fuente de amor y renovación de nuestra sociedad”.
Este año, para Cañizares, “va a permitir profundizar y arraigar más en el corazón de los valencianos el misterio de la Eucaristía y a cumplir lo que el Señor nos manda como núcleo y centro de la vida cristiana: amar a Dios de todo corazón y al prójimo como a nosotros mismo”. “Ahí está nuestra esperanza, la esperanza para el mundo entero”, subrayó el arzobispo.
Por último, el prelado invitó a los presentes a peregrinar a la capilla del Santo Cáliz en la Catedral y compartir las celebraciones en torno al Cáliz de la Pasión, “especialmente en este tiempo de pandemia”. “Los sufrimientos que Jesús asumió en su pasión, porque nos amaba y con los que nos ofreció su amor y esperanza”, apuntó.