“La onda de la fraternidad de ‘Fratelli Tutti’ nos envuelva a todos, creyentes y no creyentes”. Así se ha expresado el cardenal arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, que ha presentado los desafíos educativos de la tercera encíclica del papa Francisco en el acto de presentación que se ha celebrado esta tarde en la sede del arzobispado.
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Osoro ha destacado durante su explicación los aspectos esenciales del nuevo sistema educativo necesario que plantea ‘Fratelli Tutti’. El purpurado ha instado a crear “un sistema educativo que educa pensando y gestando un mundo que sea de verdad abierto, un sistema educativo que educa para hacer hombres y mujeres de corazón abiertos al mundo entero, un sistema educativo que se basa en el reencuentro entre nosotros y un sistema educativo que nace del deseo de ser artesanos de la paz”, entre otros aspectos.
Aludiendo en concreto a la Ley Celaá, Osoro ha pedido tener en cuenta que “no se puede hacer una ley educativa al servicio de mis intereses, sino del desarrollo integral del ser humano”. Asimismo, ha parafraseado al Papa para recordar que “las grandes transformaciones no se fabrican en los escritorios”, por lo que es necesario “el encuentro con la vida del otro”, sobre todo con quienes están en las periferias, ha advertido.
Los pobres, al frente
Por otro lado, Tiscar Espigares, de la Comunidad de Sant’Egidio, ha reflexionado sobre la amistad con los pobres. “¿Qué significa ser amigo de los pobres?”, se ha preguntado, para luego rematar: “Hay una urgencia para la Iglesia hoy que es reencontrarse con el mundo de los pobres en un nuevo sueño de fraternidad. Y esa forma es encontrarlo como amigo, no como usuario de nuestros servicios”. Y ha añadido: “La relación con los pobres debe ser siempre una experiencia humana y personal”.
“El pobre no solo necesita nuestra ayuda material, sino nuestro cariño, nuestras palabras, nuestra caricia. No puede haber barreras entre el que ayuda y el que es ayudado, porque el verdadero protagonista es el abrazo”, ha continuado Espigares. Asimismo, ha reconocido que “conocer su nombre puede cambiarlo todo”. Para ella, “a veces en la Iglesia hablamos mucho de los pobres pero poco con los pobres”. Por eso, ha invitado a todos los cristianos a tener, como mínimo, un pobre como amigo.
“La humanidad del pobre es un tesoro que descubrir. La amistad con los pobres es fuente de alegría”, ha defendido, al tiempo que ha denunciado que “somos una sociedad que se defiende de los pobres y no que defiende a los pobres”. En este mismo sentido, Espigares ha rematado: “Los pobres son una brújula segura para crear una cultura humana”.
Los migrantes, fuente de esperanza
José Luis Segovia, vicario de Pastoral Social e Innovación del Arzobispado de Madrid, ha desgranado los aspectos de la encíclica referidos al hecho migratorio. “Los hermanos migrantes son fuente de esperanza para nosotros. La Iglesia tiene niveles de coherencia en esta pastoral bastante altos y todos vamos a una”, ha defendido. Así, ha trazado algunos aspectos que Jorge Mario Bergoglio detalla en ‘Fratelli Tutti’ en relación a los migrantes.
En primer lugar, el Papa habla sobre el derecho a no emigrar. “Ojalá no fueran necesarios los desplazamientos involuntarios”, ha indicado, para luego insistir en que Francisco señala que buscar oportunidades es un derecho. En segundo lugar, Segovia se ha referido al derecho a emigrar “con dignidad y seguridad”. En este sentido, ha lanzado una crítica a la clase política. “Los corredores humanitarios no fueron asumidos por el Gobierno del PP en su momento ni ahora por el del PSOE y Unidas Podemos”, ha señalado.
Por otro lado, el vicario episcopal ha recordado que “la caridad no es vertical. Se trata de relaciones de horizontalidad, de reciprocidad”. Al mismo tiempo, ha sido rotundo al recordar el deber de hospitalidad de los cristianos y la necesidad de “hacerse prójimo del otro”.
La política, alta forma de caridad
Asimismo, el rector de la Universidad Pontificia Comilllas, Julio Martinez, SJ, ha basado su alocución en la relación entre el documento papal y los retos para la vida política. “Pueblo y persona son términos correlativos”, ha afirmado. Y, en la apuesta decidida del Papa por el bien común, ha recalcado el discernimiento al que llama para “expresar un mundo abierto para todos y que incorpore a los más débiles y respete todas las culturas”.
Martínez ha alertado durante su alocución de las “ideologizaciones” que el propio Francisco ha recordado este mismo sábado al presidente del Gobierno y a todos los políticos españoles en el discurso que le dirigió a Pedro Sánchez y su séquito.
En primer lugar, ha señalado el modo tecnocrático de hacer política, que es “una de las causas del alejamiento de las personas de la política”. En segundo lugar, ha hecho hincapié en el utilitarismo social, que “deja a muchas personas al margen”. En tercer lugar, se ha referido al enfrentamiento del liberalismo y el populismo que hace el Papa, “distanciándose de ambos y siendo fiel a la Doctrina Social de la Iglesia”. Pese a todo, ha valorado que el Papa es “crítico” con la política, pero, al mismo tiempo, “se dirige a los políticos con cariño, los mira con cercanía”.
La dignidad de la persona
Por su parte, el rector de la Universidad San Dámaso, Javier Prades, ha abordado los presupuestos antropológicos del texto. Y es que, según sus palabras, el Papa aporta en su encíclica una “rica doctrina sobre el ser humano”, que “viene justo a tiempo en una época como la nuestra, en la que existe un olvido de lo humano”. En este sentido, ha detallado 6 aspectos de la concepción de lo humano en ‘Fratelli Tutti’:
1. Dignidad inalienable del ser humano. “No es extraño que la palabra ‘dignidad’ aparezca hasta 65 veces en el texto”, lo que da cuenta de la importancia de la defensa de la persona para el Papa”, ha comentado.
2. Antropología situada en la historia. Para Prades, se trata de uno de los acentos más importantes, puesto que vuelve sobre el valor del encuentro. “Quien está abierto al otro, entiende mejor”, ha señalado, para luego recalcar que “no podemos vivir de las rentas en cuestiones morales y antropológicas”.
3. Antropología relacional. Es decir, todo está conectado. “El Papa rechaza la antropología individualista. Ojalá esto ilumine la vida política española”, ha dejado caer.
4. Antropología polar. En este punto, Prades ha hecho referencia al pensamiento de Romano Guardini en el pontificado de Francisco y en la persona de Jorge Mario Bergoglio.
5. Antropología trascendente. Es decir, el diálogo con otras religiones.
6. Antropología integral. “No es suficiente estar de acuerdo con lo que dice el texto, propiamente lo que persigue el Papa es tocar el centro de cada uno de nosotros. Nos llama otra vez de forma personal y comunitaria a la conversión para acoger su propuesta. No es lo mismo estar de acuerdo que estar dispuesto a la conversión”, ha recalcado.
