El Vaticano exige acabar con la brecha salarial entre hombres y mujeres

dia internacional e la mujer trabajadora mujer con un cartel en protesta

El Vaticano está del lado de alcanzar la igualdad entre hombres y mujeres. También en lo que se refiere a la igualdad de salarios. O, lo que es lo mismo, reconoce que aun queda mucho camino en este sentido, tanto en las sociedades empobrecidas como en las desarrolladas, y defiende el fin de lo que se conoce como brecha salarial.



Y es que, en su declaración durante el encuentro virtual de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), que ha tenido lugar esta semana, el representante permanente de la Santa Sede ante este organismo, Janusz Urbańczyk, destacó que la Santa Sede está “convencida” de que el primer paso a la hora de promover la igualdad es darle la importancia necesaria a que la mujer participe en “todos los aspectos” de la vida social. 

“Mi delegación aprovecha esta oportunidad para expresar su apoyo a la consecución de la igualdad entre mujeres y hombres”, dijo Urbańczyk durante la reunión. Así, subrayó la necesidad de “reconocer la importancia de la participación y compromiso de las mujeres en todos los aspectos culturales, sociales y políticos”, así como de “la vida económica”, ofreciendo, de esta manera, “una verdadera visión de la mujer” como un ser cuya “dignidad y aspiraciones son inherentes e inalienables”.

Igualdad y complementariedad

Por este motivo, el Vaticano considera que “una verdadera y auténtica igualdad entre mujeres y hombres debería centrarse en pasos concretos, prácticos y cotidianos que reconozcan la contribución de las mujeres”. Y, para ello, es primordial “asegurar la igualdad salarial por el mismo trabajo”. Es decir, asegurar “igual salario por igual trabajo, igual acceso a los recursos, al capital y tecnología”. Pero, además, el Vaticano reivindica “protección para las madres trabajadoras, equidad en los avances profesionales y en el reparto de las responsabilidades familiares”, así como “el reconocimiento de la igualdad de derechos y responsabilidades como ciudadanos de un Estado democrático”.

Por otra parte, Urbańczyk ha advertido que la igualdad entre hombres y mujeres “no se puede reducir a estadísticas o porcentajes”. Ya que, “si bien hay una mayor cantidad de mujeres en los parlamentos, en el mundo laboral y en las áreas de responsabilidad”, los números, por sí solos, “no son suficiente”. “Las mujeres deben ser valoradas por todas sus capacidades, que se derivan de su inalienable dignidad humana como mujeres, y de su ‘genio femenino’, que es esencial para la sociedad”, añadió.

“Solo al reconocer y valorar la especificidad, la riqueza y la fuerza moral y espiritual de las mujeres, la paz y la seguridad pueden consolidarse”, subrayó. A su vez, aclaró que “la igualdad no es exclusiva ni contradictoria de la complementariedad, que significa que cada mujer y cada hombre, como personas, pueden aportar su contribución, talentos, dones y carisma de tal manera que la complementariedad se convierte en un gran tesoro”.

Noticias relacionadas
Compartir