El cura de Lemona pide perdón por sus “desafortunadas” declaraciones sobre ETA en un documental

El cura que realizó las declaraciones para el documental ‘Bajo el silencio’, de Iñaki Arteta, en el que resta importancia a los actos de ETA, ha remitido una carta al administrador apostólico de Bilbao, Mario Iceta, en la que muestra su arrepentimiento por sus “desafortunadas declaraciones” y pide perdón a las víctimas. Asimismo, el párroco de Lemona se compromete en la misiva a “seguir trabajando por la paz y la reconciliación” y se pone a la entera disposición del obispo.

• DOCUMENTO: Texto íntegro de la encíclica ‘Fratelli Tutti’ del papa Francisco (PDF)
• LEE Y DESCARGA: ‘Un plan para resucitar’, la meditación del papa Francisco para Vida Nueva (PDF)
• Regístrate en el boletín gratuito y recibe un avance de los contenidos

Tras recibir la carta, Iceta ha señalado que estará en contacto con el sacerdote y realizará las consultas necesarias antes de tomar las decisiones que estime oportunas. De hecho, en un comunicado que hacía público ayer el Consejo Episcopal de la Diócesis, se subrayaba que el cura debía “hacer frente a su responsabilidad y a las consecuencias que de ella se derivan” ante sus declaraciones en el documental.

Palabras “inaceptables”

En las breves imágenes que se han podido ver en el tráiler del documental, se puede ver al cura señalando que le “revienta” que se defina lo que hacía ETA como “terrorismo” y defiende que “un pueblo oprimido, al que quieren conquistar, pues responda, pues con violencia”. “Todos entendemos que eso es una guerra entre bandos, entre una nación o contra otra nación”, asevera.

Para la Diócesis estas palabras son “inaceptables” y “en modo alguno reflejan la posición de esta diócesis ni del clero diocesano sobre los temas abordados”. “Lamentamos profundamente y pedimos perdón por el dolor que estas declaraciones pueden ocasionar en quienes sufrieron la violencia terrorista, que atenta contra la dignidad de la persona, embrutece a la sociedad y siempre constituye un mal y una injusticia que nunca puede ser justificada”, ha subrayado la el Consejo Episcopal.