El secretario general de la Conferencia Episcopal, Luis Argüello, da un tirón de orejas al Gobierno socialista por su falta de acogida a las propuestas lanzadas por la Iglesia en los últimos meses. “Nosotros hemos ofrecido algunas vías de encuentro concretas, por ejemplo, en lo que se refiere a la reforma educativa, y hemos recibido prácticamente la callada por respuesta”, recrimina el también obispo auxiliar de Valladolid en una entrevista concedida al programa ‘Últimas preguntas’ de La 2, de TVE.
En diálogo con la periodista María Ángeles López, ha subrayado que “echamos de menos en el actual proyecto de ley educativa la posibilidad de las familias para elegir centro”. De la misma manera, cuestiona que “no se ha tenido en cuenta” el derecho a escoger la enseñanza religiosa.
Desde ahí, Argüello ha expresado su “perplejidad” ante el hecho de que tanto en el Congreso como en el Senado se estén tramitando “proyectos legislativos que provocan desencuentro”. Así, lamenta que, por un lado, se llame al ‘todos juntos’, ‘no dejemos a nadie atrás’, ‘no dividamos a España en dos grupos’, y, a la vez, “se hacen propuestas legislativas que dividen y enfrentan y que nunca vienen bien”.
A este respecto, sobre la ley de eutanasia, ha explicado que “todos estamos de acuerdo en el deseo de una buena muerte, forma parte de la tradición de la Iglesia pedir una buena muerte”. Argüello condenó que se utilicen los términos ‘muerte digna’ o ‘buena muerte’ para provocar de manera activa el fin de la vida”. “Todos nos topamos con el sufrimiento como un escándalo, una piedra que queremos superar”, reflexiona el obispo, que considera que “para acabar con el sufrimiento no hay que acabar con la vida del que sufre”. “Hay enfermos incurables pero no incuidables”, enfatiza.
“Debemos unirnos en lo esencial ante una crisis sanitaria, social y económica de tamaña magnitud”, comenta el portavoz de los obispos, que instó a la clase política a seguir las líneas marcadas por Francisco en ‘Fratelli tutti’: “Viendo algunos de los debates del Congreso de los Diputados tendríamos que decir: ¿dónde está la ternura y la amabilidad?”. Desde ahí, comento que “esta política con minúsculas de la amabilidad y la ternura pone los cimientos de la política con mayúsculas”.
Al hilo de la encíclica ‘Fratelli Tutti’, ha dejado caer que “nos gustaría que las citas al Papa Francisco en el Congreso no sirvieran solo como argumento para el enfrentamiento, sino un llamamiento a la búsqueda del bien común”.
Y, haciendo balance sobre la pandemia, ha agradecido que “nuestra sociedad haya contado con la Iglesia”.
“A escala municipal, ha habido una colaboración cercana, independientemente del signo político”, apreció, si bien añadió una apostilla: “Si vamos abriendo el círculos de las relaciones institucionales, a veces se ha podido contar menos”, añadió, matizando que la Iglesia es una institución “cómoda cuando reparte alimentos”, pero incómoda “cuando abre otro tipo de debates”.
“El Papa nos advierte de que no podemos ser tan infantiles como para esperar que todas las soluciones nos van a venir de los políticos”, compartió el portavoz, consciente de la necesidad de “impulsar la vocación laical”. “Los creyentes a veces estamos un poco mudos”, apuntó, a la vez que hizo “una fuerte llamada a la responsabilidad personal” para afrontar la actual crisis sanitaria, social y económica”.