Durante el fin de semana se registraron distintos incidentes de violencia en varios penales de la provincia de Buenos Aires. Toma de rehenes, disparos de balas de goma, los reclamos de los familiares: episodios que se reiteran, y una vez más, sin soluciones de fondo.
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El reclamo de los presos ahora es por la reanudación de las visitas de los familiares que, desde el mes de marzo, fueron suspendidas por las restricciones del Covid-19.
El miembros del Secretariado Nacional que se ocupa de la pastoral carcelaria manifestaron su preocupación y dolor “ante los terribles acontecimientos que se están viviendo en varias cárceles bonaerenses”.
A continuación, expresaron el triste escenario que se vivió en estas jornadas: presos y personal penitenciario heridos, familiares angustiados, edificios vandalizados (talleres, escuelas, capillas, centro de estudiantes). “En lo inmediato, esto significará peores condiciones de detención”, expresaron.
No a la violencia
La pastoral carcelaria señaló que el camino de la violencia, nunca debe ser escogido como una alternativa: “Decimos, una vez más, no a la violencia, venga de donde venga”. Asimismo, reivindicaron el diálogo y la resolución pacífica de los conflictos.
Pidieron a Dios poder vivir las palabras expresadas por el Papa Francisco, en el ángelus del domingo: “En este momento de la vida, también mundial, donde hay tanta agresividad…Y también en la vida cotidiana, lo primero que sale de nosotros es la agresión, la defensa. Necesitamos mansedumbre para avanzar en el camino de la santidad. Escuchar, respetar, no agredir: mansedumbre“.
El secretariado expresó su cercanía y en oración con los actores de este sector: los presos, los penitenciarios, las familias, y a las autoridades políticas y del ámbito de la justicia.
Finalmente, pidieron la ayuda de la Virgen María, Reina de la Paz en la búsqueda de soluciones para la problemática carcelaria, a través de consensos, y también “recorrer caminos de paz que lleven a cicatrizar tantas heridas“.