El próximo 8 de noviembre se celebra el Día de la Iglesia Diocesana con el lema ‘Somos lo que tú nos ayudas a ser. Somos una gran familia contigo’ . Ante la cercanía de esta fecha, el vicario general de la Diócesis de Aragón, Manuel Almor, y el ecónomo diocesano, Jaime Sanaú, han presentado en una rueda de prensa hoy, 4 de noviembre, la memoria de actividades de 2019 de la Archidiócesis de Zaragoza, de la cual se ha destacado que “no ha dudado en redoblar su compromiso para ayudar a los damnificados del coronavirus, ofreciendo acompañamiento, comidas, oración, instalaciones, voluntarios…”
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Sin embargo, tal como ha señalado Sanaú, “las parroquias han permanecido meses cerradas y ahora, debido a la reducción de aforos, se ha visto mermada de forma drástica una de sus principales fuentes de ingresos: las colectas”. Y, sin donativos, resulta difícil sostener la ayuda que presta la Iglesia a quienes más están sufriendo las consecuencias sociales de la pandemia y cubrir, además, los gastos de mantenimiento, conservación y reparaciones, entre otros.
Transparencia en las cuentas
Las cuentas económicas correspondientes al ejercicio 2019 ya pueden consultarse en el Portal de Transparencia de la web de la Dócesis. En él, se puede observar que los ingresos del pasado año ascendieron a 22.311.595,35 euros. Asimismo, se detalla que un 36,8% corresponde a la aportación de los fieles –8,2 millones–, un 21,15% al Fondo Común Interdiocesano, un 16,15% provienen de los ingresos de Patrimonio y otras actividades, mientras que otros ingresos corrientes suponen el 21,72% y los ingresos extraordinarios un 4,18%.
Los gastos sumaron un total de 22.242.350,83 euros, siendo la mayor parte, un 54,23%, destinado a la conservación de edificios y gastos de funcionamiento de los mismos. Por otra parte, las acciones pastorales y asistenciales representan un 9,84% del gasto, la retribución del clero un 17,77%, la del personal seglar un 15,17%, los centros de formación un 2,58% y los gastos extraordinarios un 0,10%.