“La Iglesia es un signo de santidad”. Así lo ha expresado Juan Antonio Martínez Camino, obispo auxiliar de Madrid, durante la presentación hoy, 5 de noviembre, del manual ‘Las Causas de los Santos’, organizada por la Biblioteca de Autores Cristianos y la Oficina para la Causa de los Santos de la Conferencia Episcopal Española.
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Durante la presentación de este documento, traducido del original en italiano, Martínez Camino ha subrayado que el Concilio Vaticano II “ve en los santos, una manifestación de la presencia de Dios”, ya que, a través de ellos, “Dios mismo nos habla y nos da un signo de su Reino”.
“El concilio de Trento tiene diez líneas sobre los santos, y lo único que dice es que se les puede dar culto, lo cual suponía una diferencia grandísima con el protestantismo, que considera que hacer esto es prácticamente idolatría”, ha explicado el prelado. “Sin embargo, el Concilio Vaticano II profundiza sobre esta cuestión: no es porque sean Dios, sino que son humanos como nosotros que se han configurado más perfectamente con Cristo”.
“Hay más santos que los canonizados”
“Sobre esta cuestión, Ratzinger señala que todos ellos son una interpretación actual de Jesucristo”, ha dicho. “No le hacen la competencia al Señor. En ellos se hace real, se hace visible lo que significa el seguimiento a Jesucristo, la exigencia y la esperanza de la vida cristiana. Solo cuando volvamos a descubrir a los santos, volveremos a encontrarnos con la Iglesia”, ha subrayado el obispo auxiliar de Madrid.
Por otra parte, Martínez Camino ha reconocido que “hay muchos más santos que los canonizados: los santos de la puerta de al lado de los que hablaba Francisco en Gaudete et Exultate”. Un texto “precioso” que “recoge esta teología del Concilio y la prolonga un poquito afirmando que cada santo es una misión, un proyecto del Padre para encarnar en cada momento de la historia un aspecto del evangelio”.
“Este libro va encaminado a que la Iglesia sea capaz de identificar a estos hermanos que nos atraen a Cristo, nos arrastran a él y reflejan el evangelio”, ha aseverado el prelado. Por su parte, Demetrio Fernández, obispo de Córdoba y parte de la Congregación para la Causa de los Santos, ha reconocido que “Juan Pablo II dio un impulso enorme a las Causas de los Santos” y que, actualmente, hay “cientos, incluso miles de causas pendientes”.
Ejemplo de vida
Asimismo, Fernández ha destacado el papel “importantísimo” del postulador o postuladora. “Mi trabajo en la Congregación me ha dado la oportunidad de conocer a postuladores que lo hacen increíblemente bien”, ha dicho. “Es clave porque hacerlo bien desde el principio es fundamental. Si se hace bien, el proceso no tiene por qué ser tan complicado”.
“El tratar con los santos es una cosa preciosa”, ha continuado el prelado. “Los obispos tratan con múltiples causas: están las matrimoniales, que son un auténtico drama, tanto por parte de él, como de ella, como de los hijos; están las de secularización, que es una tristeza”, ha dicho. “Pero las causas de los santos son un dulce”.
En cuanto a los milagros, ha afirmado que “siempre les digo a los jóvenes que los milagros muchos se piensan que eran cosa de la Edad Media, que como no entendían… Pero no es así. Todos los meses me enfrento al estudio de milagros y tengo que dar el juicio de si lo es o no”.
Asimismo, Lourdes Grosso, directora de la Oficina para las Causas de los Santos de la CEE, ha apuntado que “lo más importante de la santidad es vivirla, evidentemente, pero también es fundamental conocerla y canonizarla”. Y es que, como cristianos “necesitamos que estas personas que han vivido esta bienaventuranza evangélica se nos presenten como modelo para nuestra vida”.
