Todavía sin un vencedor claro en las elecciones presidenciales de Estados Unidos y con las primeras resoluciones judiciales sobre la mesa, la opinión pública se prepara para varios escenarios posibles. De momento, tras la victoria de los Demócratas es Wisconsin y Michigan, Joe Biden se postula como el candidato mejor posicionado. Algo que Trump no está dispuesto a aceptar sin dar antes la batalla. En este empeño le ha salido un eclesiástico como aliado –ya lo fue durante la campaña–, el exnuncio en Estados Unidos Carlo María Viganò.
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Fraude electoral
En su escrito, recogido en algunos medios conservadores americanos, señala que los fieles tienen “una intensa y sentida preocupación por el destino de su amado país” mientras se conoce el resultado electoral. Y es que, denuncia, “las noticias sobre el fraude electoral se multiplican, a pesar de los vergonzosos intentos de los principales medios de comunicación de censurar la verdad de los hechos para dar ventaja a su candidato”.
Esta “manipulación sensacionalista” que es “siempre y sólo contra el presidente Donald J. Trump, siempre y sólo a favor de Biden”, explica, se produce tras unos meses de “un continuo goteo de noticias escalonadas, de información manipulada o censurada, de crímenes que han sido silenciados o encubiertos frente a pruebas contundentes y testimonios irrefutables”. Para Viganò, es “el más colosal fraude electoral de la historia, con el fin de asegurar la derrota del hombre que se ha opuesto enérgicamente al establecimiento del Nuevo Orden Mundial que desean los hijos de las tinieblas”.
Una batalla espiritual
El exnuncio describe la situación actual como un momento en el que “las puertas del infierno parecen prevalecer”. Por ello invita a las familias o en grupo a rezar el rosario “con el abandono de los niños que saben recurrir a su Santísima Madre para pedirle que interceda ante el trono de la Divina Majestad. Rezad con un alma sincera, con un corazón puro, con la certeza de ser escuchados y respondidos”, expone.
“No os dejéis desanimar por los engaños del Enemigo, más aún en esta hora terrible en la que la impudicia de la mentira y el fraude se atreve a desafiar al Cielo”, añade. Para Viganò, “las horas de nuestros adversarios están contadas si rezáis, si todos rezamos con fe y con el verdadero ardor de la caridad”. “Los días que nos esperan son una ocasión preciosa para todos vosotros, y para los que se unen espiritualmente a vosotros desde todas las partes del mundo. Tenéis el honor y el privilegio de poder participar en la victoria de esta batalla espiritual, de empuñar el arma poderosa del Santo Rosario como hicieron nuestros padres en Lepanto para repeler a los ejércitos enemigos”, concluye.