Un día que lleva esperándose más de dos décadas: esa es la beatificación de Joan Roig Diggle, que tendrá lugar mañana, 7 de noviembre, en la basílica de la Sagrada Familia de Barcelona. La celebración en honor a este mártir ‘apóstol de la eucaristía’, asesinado por odio a la fe el 12 de septiembre de 1936, será presidida por el cardenal arzobispo de Barcelona, Juan José Omella, tendrá lugar a las 11:00 horas.
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Joan nació en 1917 en Barcelona, siendo el menor de cuatro hermanos. En 1921 ingresa en el colegio San José de Cluny, y, a los siete años, recibe la primera comunión en el mismo centro. Después pasaría a estudiar en el colegio de los Hermanos de la Doctrina Cristiana de la Salle, en la calle Condal. Y en uno de los caminos hacia el centro, acompañado por su madre, fue la primera vez que expresó su deseo de ser misionero. Ante esto, ella misma contaría años después que respondió “Pero… ¿no te parece que aquí, en nuestra tierra, entre los tuyos, hay mucho bien a hacer o muchas almas para convertir?. Él no contestó. Se quedó, sin embargo, muy pensativo”.
Estudiando el bachillerato en los Escolapios, en 1936 debe trasladarse junto con su familia a Masnou debido a problemas económicos que, además, le obligan a ponerse a trabajar y dejar el colegio. Hasta el momento de su muerte, Joan trabajaría en una tienda de ropa en el barrio del Poble Sec de Barcelona, estudiando por las noches.
“Os perdono”
En Masnou Joan comienza a vivir profundamente la fe y entra a formar parte del grupo ‘Mar Blava’, de la Federació de Joves Cristians de Catalunya. Se hace catequista en la parroquia de Sant Pere del Masnou y se implica en las actividades de los fejocistas. Acude a misa diariamente, y se interesa por escribir acerca de la desigualdad social y promover la igualdad. Sin embargo, la situación política empeora, llegando incluso a quemar la parroquia de Sant Pere y el local de ‘Mar blava’.
Joan decide que no se va a esconder, y continuará trabajando y recibiendo la eucaristía diariamente. La noche del 11 de septiembre de 1936 es arrestado y asesinado. Sus últimas palabras antes de morir fueron para sus captores: “Os perdono, como Dios os perdona”.