Los obispos de Bolivia, al cierre de su 107ª asamblea plenaria, han pedido al Tribunal Supremo Electoral “mecanismos de diálogo, revisión e información para generar un clima de certidumbre y confiabilidad en el proceso electoral y contribuir a la consolidación de la democracia y la paz social” toda vez que las tensiones políticas crecen en el país suramericano.
“Movidos solo por la búsqueda de la verdad y del bien común” y “para evitar confrontaciones y medidas de presión, vengan de donde vengan”, han planteado los prelados, quienes se reunieron de manera virtual del 4 al 6 de noviembre.
Una vez más reafirmaron que las elecciones del pasado 18 de octubre son “reflejo del espíritu democrático del pueblo boliviano, que han contado con una alta participación a pesar de la emergencia sanitaria que aún vivimos a causa del COVID 19”, por tanto “han creado un clima de esperanza y a la vez de sospecha para varios grupos de la sociedad”.
Al respecto han pedido a la ciudadanía “hacer de este mundo una tierra de hermanos y no de enemigos, desde la justicia y la igualdad de oportunidades” para aprender de los errores y caminar hacia adelante “construyendo una Bolivia digna, libre, dejando a un lado los lastres del pasado, con justicia independiente, con una educación de calidad para todos, un sistema de salud eficiente, accesible a todos y que proteja la vida”.
Para los obispos bolivianos “es la hora de la reconciliación” que permita sanar “nuestras heridas causadas por la división y el enfrentamiento entre bolivianos”, porque “no podemos estancarnos en resentimientos y rencores”.
“Somos conscientes de la pluralidad que caracteriza a Bolivia, pero nuestras diferencias no deben significar obstáculo para la fraternidad; por el contario son una gran riqueza nacional y no, motivo de enfrentamientos y pugnas. Por eso estamos llamados a crear lazos de hermandad entre todos”, acotaron.
Además han recomendado al pueblo y políticos despojarse de “las ideologías que nos dividen, enfrentan y agobian con falsas polémicas, racismos, nacionalismos, regionalismos y luchas de poder”.
“La historia de muchos pueblos nos dice que las divisiones han traído sólo sufrimiento y dolor”, apuntaron y han señalado que “solamente perdonándonos unos a otros podremos convivir pacíficamente y en fraternidad”.
En cuanto a la emergencia sanitaria por el Covid-19 han pedido “estar atentos y respetar las normas de bioseguridad cuidándonos unos a otros, para que no seamos causantes de una nueva ola de contagios que ocasione nuevamente dolor y sufrimiento entre la población”.
Por ahora “somos conscientes que la pandemia sigue vigente y amenaza con un rebrote como en otros países del mundo”, por ello “no podemos volver a lo de antes, esta dura experiencia nos va a cambiar”.
En un golpe de timón han exhortado a “obispos, sacerdotes, diáconos, religiosos, religiosas, y agentes de pastoral comencemos un serio camino de conversión haciendo de nuestras parroquias comunidades al servicio de la misión evangelizadora de la Iglesia”.
“Estamos llamados a mantenernos en constante actitud de conversión personal, pero también debemos renovar estructuras al interior de la Iglesia; una de ellas son las parroquias. Debemos ser capaces de responder a las exigencias de una sociedad que cambia continuamente”, finalizaron.
Foto: CEB