Entrevistas

Niklaus Kuster: “Quien cree en Dios no puede cerrar ni fronteras ni corazones”





Los últimos 24 años el suizo Niklaus Kuster los ha dedicado a las investigaciones franciscanas. Es hermano capuchino, acompaña cursos, retiros, peregrinaciones a Asís y ha escrito 50 libros en varios idiomas, incluyendo las biografías de Francisco y Clara de Asís. Es docente de Historia de la Iglesia en la Universidad de Lucerna y enseña espiritualidad franciscana en las escuelas superiores franciscanas de Münster y de Madrid. Su palabra es una de las más cualificadas en el ámbito de los estudios franciscanos y, en diálogo con Vida Nueva, habla de la nueva encíclica de Jorge Mario Bergoglio.



PREGUNTA.- ¿Cómo ha recibido la tercera encíclica del papa Francisco?

RESPUESTA.- Me ha encantado desde que se anunció ya su título: ‘Fratelli Tutti’. Ahora que he leído el texto firmado en la basílica del Santo en Asís, encuentro que el título, la frase inicial y el contenido están en perfecta armonía. Estoy feliz de que el papa Francisco interprete la cita introductoria fraternal y universalmente abierta: la carta se dirige a todas las hermanas y hermanos, de todas las naciones y religiones.

P.- ¿Por qué esta encíclica se firmó en Asís y no en Roma?

R.- De hecho, es absolutamente extraordinario que el Papa deje Roma para firmar una encíclica. ¿Por qué Asís, una pequeña ciudad provincial y no la urbe de Roma? Asís da testimonio de la fraternidad eclesial y universal, el Vaticano en realidad no tanto. Este nuevo documento trata de la “fraternidad universal” y de la “amistad social” como antídoto contra el aislamiento individualista, nacionalista o continental. La crisis del coronavirus muestra que los virus no conocen fronteras.

La solidaridad también debe cruzar todas las fronteras, uniendo a la familia humana. La política populista y la economía mundial hacen que los países y continentes se separen social y humanamente. Por eso, la encíclica describe los peligros y los desafíos de la humanidad. Su capítulo final subraya la base espiritual de la fraternidad universal, abordando la importancia de todas las religiones: la fe en un solo Creador y en un mismo Dios asegura que todas las personas puedan –y deban– ponerse en marcha en la ‘via della fratellanza’ (vía de la hermandad).

Quien cree en Dios no puede cerrar las fronteras ni los corazones. Como hermano franciscano, estoy profundamente de acuerdo con el obispo de Roma: la fraternidad debería extenderse sin límites, de una manera unificadora. La fraternidad une a las hermanas y a los hermanos.

Creyentes unidos

P.- Para expresarlo, esta vez el Papa apela una máxima de la sabiduría franciscana…

R.- En 2019, el Papa siguió a Francisco en el mundo islámico, conmemorando el octavo centenario del viaje mediador del fraile a Egipto. El Documento sobre la fraternidad humana por la paz mundial y la convivencia común confirma lo que Francisco de Asís y el sultán Al-Kamil experimentaron en 1219: el amor a la humanidad y la amistad con Dios unen a creyentes de diferentes religiones. Con las encíclicas Laudato si’ y Fratelli tutti, el Papa honra a su patrono leyendo sus escritos, citándolos y traduciendo el mensaje medieval a nuestro mundo de hoy.

La nueva encíclica cita Laudato si’ lo mismo que la declaración interreligiosa de Abu Dabi. Esta última incluso de forma prominente: la apelación conjunta de Francisco y del gran imán de la Universidad Al-Azhar de El Cairo, repetida en esta carta papal, entra en la doctrina oficial de la Iglesia. Es un signo de la cooperación entre las religiones para crear un mundo más humano, justo y pacífico. El Papa entiende y practica la fraternidad con el mismo sentido que lo hizo san Francisco.

P.- ¿Son razonables algunas reacciones negativas frente a la expresión ‘fratelli tutti’?

R.- Mientras que en las lenguas latinas ‘fratelli’ así como hermanos o ‘irmãos’ puede significar “hermanos y hermanas” o “hermanos sin hermanas”, el uso del lenguaje en inglés y alemán ha cambiado en las últimas décadas: muchísimas mujeres ya no se sienten consideradas al leer un destinatario con términos puramente masculinos. Desafortunadamente, muchos documentos del Vaticano en estas lenguas están atrasados con respecto a la sensibilidad de la gente de hoy en día.

En el caso de la nueva encíclica, antes de su publicación el ‘íncipit’ causó polémica en mi lengua. Si las hermanas no son consideradas, la mitad (o más) de la Iglesia no leerá el documento. Afortunadamente, la primera frase se refiere claramente a las hermanas y los hermanos. En español la carta comienza así: “Fratelli tutti, escribió san Francisco de Asís para dirigirse a todos los hermanos y hermanas y proponerles una forma de vida con sabor a Evangelio”.

Aunque fratelli puede significar “hermanas y hermanos” en italiano, Francisco, con gran sensibilidad, utiliza en varias oportunidades la expresión fratelli e sorelle, hermanos y hermanas. Las quejas de muchas organizaciones de mujeres que querían cambiar el íncipit fueron prematuras y se calmarán una vez se lea el texto.

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Alicia Ruiz López de Soria, ODN







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