El padre Vincent Feroldi, sacerdote de Lyon, ha sido capellán de prisión y de hospital. Autor de varios libros sobre el islam, actualmente dirige el Servicio Nacional de Relaciones con los Musulmanes de la Conferencia Episcopal Francesa.
- DOCUMENTO: Texto íntegro de la encíclica ‘Fratelli Tutti’ del papa Francisco (PDF)
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PREGUNTA.- ¿Por qué esta nueva oleada de ataques terroristas?
RESPUESTA.- El contexto de 2020 es muy complejo para la sociedad francesa: no solo por la pandemia, sino también por el desafío del islam, cuestión recurrente. Todo ello se mezcla con temas migratorios, políticos y económicos. Cabe subrayar, además, que Francia lleva años comprometida en la lucha global contra el terrorismo en África. Durante la Primavera Árabe, dio luz verde a la eliminación de responsables de alto nivel de organizaciones terroristas. Como respuesta, Al Qaeda y el Daesh tienen que demostrar que todavía pueden golpear.
A principios de septiembre, empezó el juicio por el ataque a la sede de Charlie Hebdo, en enero de 2015. Se ha creado un clima de ansiedad. La revista ha vuelto a publicar las caricaturas de Mahoma, lo que ha provocado la ira de parte del mundo musulmán, en el extranjero y en Francia. A todo ello se añade que, empujado por parte de la sociedad, el Gobierno ha reabierto el debate sobre el islamismo, que debería desembocar en un proyecto de ley.
Yihadismo del pobre
P.- La Iglesia ha sido también objeto de estos ataques. ¿A qué lo achaca?
R.- Todavía es pronto para dar respuestas definitivas. Sin embargo, vemos que en las últimas semanas han sido atacados tres símbolos importantes: la prensa, la escuela y los creyentes de otra religión. Estamos frente a un “yihadismo del pobre”. No se sabe aún si son actos encargados por alguna organización, pero son ataques mucho menos organizados, en los que el terrorista solo tiene un cuchillo de cocina.
Estos jóvenes quieren atacar a los “no creyentes”, a todos los que consideran opuestos a su ideología islamista. Atacando a la Iglesia, atacan a Occidente. Sin embargo, la gran mayoría de los sabios musulmanes consideran errónea esta manera de relacionarse con los que no siguen la misma fe.