Al iniciar la 109 asamblea plenaria de los obispos de México, el arzobispo Rogelio Cabrera López llamó a sus hermanos en el episcopado a acompañar al pueblo de Dios siendo mejores hermanos, mejores ciudadanos y mejores pastores.
Los obispos mexicanos se encuentran celebrando, del 9 al 13 de noviembre, su asamblea plenaria en un formato totalmente virtual, luego de que en abril pasado tuvieron que suspenderla por la pandemia.
“Quiero compartirles tres sueños que espero nos puedan acompañar a través de las sesiones de trabajo de esta reunión: ¡soñemos con ser mejores hermanos, mejores ciudadanos y mejores pastores!”, dijo Cabrera en su mensaje inaugural.
El también Arzobispo de Monterrey dijo que para alcanzar este sueño es necesario apoyarse unos a otros, y “como nos lo insistió el papa Francisco cuando nos visitó, soñemos en conservar la comunión‘”, explicó citando las palabras del Pontífice.
Dijo que es normal que entre los obispos se tengan diferencias, pero éstas deben de enriquecer y unir, más que empobrecer y dividir. “Dialoguemos en esta semana, aprovechemos la oportunidad de encontrarnos aunque sea de manera virtual, seamos capaces de escuchar nuestros argumentos e inclusive, nuestras críticas“, pidió Cabrera.
También pidió a los obispos de más edad y experiencia acompañar a los más jóvenes y cuidar de ellos. Y los que apenas inician el camino episcopal, les dijo: “tengan paciencia de nosotros, y ayúdennos a ponernos al día, no sólo a manejar una tecnología que siempre nos resultará difícil, sino a conservar el arrojo y la valentía propios de la juventud en el ministerio”.
Cabrera López también exhortó a los obispos a ser mejores ciudadanos, cumpliendo ejemplarmente con sus obligaciones civiles.
“Es cierto que tenemos algunas limitaciones como ciudadanos ya que no podemos aspirar a puestos de elección popular, y que pueden ser consideradas como una injusticia propia de una cultura anticlerical, pero ellas nos sirven para proyectar un mejor testimonio de unidad”
Y en estos tiempos de pandemia –dijo– no se trata de someternos a los poderes civiles, sino de buscar en colaboración con ellos lo mejor para nuestros fieles”.
Finalmente, el presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano llamó a sus hermanos en el episcopado a ser mejores pastores, pastores que sepan dialogar:
“Dialoguemos con la sociedad, que ofrece una parte de esa sinfonía y ese poliedro que conforman la verdad. Dialoguemos con nuestros sacerdotes, quienes muchas veces nos sienten distantes y lejanos. Dialoguemos con nuestros fieles, que necesitan desahogarse y escuchar de nosotros palabras de aliento y esperanza”.
Pero, sobre todo –concluyó– dialoguemos en la oración permanente con Dios Nuestro Señor, con su Espíritu, para que nos ilumine y fortalezca en medio de estos días tan difíciles”.