Finalmente, la Audiencia de Vizcaya ha decidido que José María Martínez Sanz, numerario del Opus Dei y profesor del Colegio Gaztelueta de Bilbao, no entre a la cárcel. Condenado en primera instancia por la Audiencia Nacional, en noviembre de 2018, a una pena de 11 años por un delito de abusos continuados contra un menor alumno del centro, el pasado septiembre, el Tribunal Supremo redujo la condena a 2 años.
En base a esa condena de 2 años, el tribunal vizcaíno ha adoptado una decisión que suele ser habitual cuando las penas no superan los 24 meses y el culpable no tiene antecedentes penales.
Tras la condena inicial de la Audiencia Nacional, el docente recurrió al Supremo, que aceptó parcialmente su versión. No hasta el punto de rechazar que hubiera abusos (que se consideran existentes), sino por el hecho de que los hechos más graves solo cuentan con el testimonio de la víctima, confrontándose sin datos comprobados la versión de esta contra la del acusado.
Esa fue la línea seguida por la Santa Sede en su investigación particular de 2015. Tras analizar el caso, Doctrina de la Fe, a través de una carta firmada por su prefecto, Luis Ladaria, concluyó que el caso quedaba cerrado por “falta de elementos” y ordenaba el “restablecimiento del buen nombre del profesor”.