“Miles y miles de mexicanos se han doblado las mangas, y sin dudarlo, se han puesto en acción: ofreciendo alimentos, servicios esenciales, seguridad pública; en muchos casos por su propia iniciativa, en otros, coordinados por sus parroquias y diócesis, compartiendo lo mucho o poco que tenían con los más necesitados”.
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Así lo dijo el nuncio apostólico Franco Coppola en su mensaje a los obispos del país con motivo de la inauguración de la 109 asamblea plenaria, que se realiza de forma virtual del 9 al 13 de noviembre.
El representante del papa Francisco en México aseguró que si bien durante estos meses ha sido testigo del cierre de templos y del dolor de miles de familias por la pérdida del empleo o a causa de la muerte de un ser querido, también ha podido ver la entrega del pueblo mexicano en estas circunstancias adversas.
Destacó la entrega “silenciosa, concreta y cotidiana” de médicos, enfermeras, enfermeros y auxiliares del personal de la salud que han asumido su servicio, “a pesar del injusto y belicoso trato que a veces recibieron de parte de la gente que se sentía amedrentada ante este invisible enemigo“, pagando incluso con la vida su servicio.
‘Sacerdotes Covid’
Los empresarios también merecieron el reconocimiento del diplomático, “pues aún cuando el trabajo se había detenido, siguieron pagando a sus trabajadores”.
Destacó el papel de los llamados ‘Sacerdotes Covid’, que permanecen en primera línea visitando y administrando los sacramentos a los enfermos, asegurando su cercanía fraterna y espiritual a los afectados por el Covid-19 y a sus familiares, y de los muchos sacerdotes y obispos que, sirviéndose de los medios digitales, brindaron auxilio espiritual a los fieles.
“Y qué decir de los miles y miles de bautizados que con su oración han sostenido tales esfuerzos y servicios, contribuyendo además, así, a mantener viva la fe y la esperanza en tantos hermanos. Ofreciéndose ellos mismos y ofreciendo lo suyo, cada uno nos han regalado y nos siguen regalando un luminoso testimonio de fe, de coherencia en su discipulado, de su dinámica de escucha a las enseñanzas y al ejemplo de Jesús que ha venido a servir y no a ser servido.
Franco Coppola hizo votos para que los frutos de la 109 asamblea plenaria de los obispos sean abundantes y prometedores.
“Con tal fin, invocando sobre todos y cada uno la presencia y acción del Espíritu Santo, pido a Santa María de Guadalupe que nos abrace con su maternal y amorosa mirada, y a San Rafael Guízar y Valencia, que su intercesión nos acompañe siempre: a todos los Pastores y a toda la Iglesia que peregrina en nuestro querido México”.