Después de dos años de trabajo, este martes 10 de noviembre, la Santa Sede ha hecho público un informe en el que documenta la larga carrera como depredador sexual contra menores del que fuera uno de los símbolos de la Iglesia de Estados Unidos: el histórico cardenal de Washington Theodore McCarrick.
En un comunicado en la web del Episcopado estadounidense y firmado por su presidente, el arzobispo de Los Ángeles, José H. Gómez, este agradece al papa Francisco “su liderazgo al llamar a la Iglesia a una mayor responsabilidad y transparencia al abordar los problemas de abuso y maltrato en todos los niveles”.
Sobre el historial de McCarrick, a quien el Papa ha quitado su condición de sacerdote, Gómez lamenta de “este es otro capítulo trágico en la larga lucha de la Iglesia contra los crímenes de abuso sexual por parte del clero”.
Dirigiéndose directamente a las víctimas de McCarrick y a sus familias, así como a todos los que han sufrido la pederastia clerical, el arzobispo de Los Ángeles les expresa “mi más profundo pesar y mis más profundas disculpas. Por favor, sabed que mis hermanos obispos y yo estamos comprometidos a hacer todo lo que esté a nuestro alcance para ayudaros a avanzar y asegurarnos de que nadie sufra lo que vosotros os habéis visto obligados a sufrir”.
“A todos aquellos –reclama– que han sufrido abusos por parte de un sacerdote, obispo o alguien de la Iglesia, les insto a que denuncien este abuso a las autoridades policiales y eclesiásticas”. “Este informe –concluye Gómez– subraya la necesidad de que nos arrepintamos y crezcamos en nuestro compromiso de servir al pueblo de Dios”.