“Hay que evitar que la carrera profesional rompa con el deseo de ser madre“. Fue una de las reflexiones compartidas por Joaquín Leguina durante la conferencia sobre el invierno demográfico español que abrió esta mañana la segunda jornada del XXII Congreso Católicos y Vida Pública, que se celebra hasta mañana en formato online bajo el lema, ‘¡El momento de defender la vida!’.
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El ex presidente de la Comunidad de Madrid, que en la actualidad es el director del Observatorio Demográfico CEU, denunció la disonancia existente entre el deseo de las mujeres de ser madres y cómo estas intenciones se truncan cuando se confirma la baja natalidad de nuestro país. “¿Cómo se resuelve esto? Con dinero, con unas políticas que ayuden a las mujeres”, expresó el ex líder socialista, que hizo un llamamiento a los gobernantes a “tomarse en serio este problema”.
¿Legislar contra ellas?
Así, señaló que “no hay derecho a que se sigan legislando contra las mujeres y contra el país”. En esta misma línea, lamentó que “se está poniendo de moda conservar los módulos para tener los hijos a partir de los 50 años, lo cual es un riesgo para la madre y para los hijos”.
En el marco del foro promovido por la Asociación Católica de Propagandistas, Leguina también abordó la cuestión de la mortalidad en nuestro país durante la pandemia del coronavirus. “El virus chino este nos ha demostrado que nuestra sanidad no es primerísima categoría, pero sí los sanitarios”, comentó, convencido de que “no se habían previsto muchas cosas y es ahí donde se demuestra que ha fallado nuestra política sanitaria”. “Siendo nuestros sanitarios de los mejores del mundo, no están entre los mejores pagados”, criticó a renglón seguido.
Falta de bodas
Para defender estas tesis, el demógrafo recordó que hoy la esperanza de vida en España se sitúa en los 83,3 años. Además, subrayó que “para que la población no caiga el número de hijos por mujer tiene que estar por encima del 2, cuando hoy estamos en el 1,2”. “El hecho de que las parejas no se casen, influye de forma determinante en el número de hijos”, sentenció.
En su alocución, Leguina también abordó la cuestión migratoria. “Las migraciones en sí no son un problema, sino la integración”, explicó, toda vez que reclamó una “política migratoria sana”. El investigador apuntó que la situación de España, en este sentido, es más llevadera que en Francia, debido al alto porcentaje de extranjeros procedentes de América Latina, dado los lazos culturales existentes.
“Es imposible una integración con una riada de gente como la que está llegando a Canarias”, sentenció con rotundidad, lo que llevó a plantear que “Europa no tiene una política migratoria auténtica, solo de boquilla”. Como alternativa, planteó “pactar con los países de origen una migración selectiva”.
