John Stowe: “Los obispos de Estados Unidos deberíamos estar más contentos con un presidente católico como Biden”

John Stowe, obispo de Lexington (Kentucky)

Votó el 3 de noviembre como cualquier otro ciudadano. Después de introducir su papeleta escribió en Twitter: “Las religiones no incitan nunca a la guerra y no instan a sentimientos de odio, hostilidad, extremismo, ni invitan a la violencia o al derramamiento de sangre. Estas desgracias son fruto de la desviación de las enseñanzas religiosas, del uso político de las religiones y también de las interpretaciones de grupos religiosos que han abusado de la influencia del sentimiento religioso en los corazones de los hombres”. Es el ‘Documento sobre la Fraternidad’. Es ‘Fratelli Tutti’. Es la propuesta de Francisco para el mundo que John Stowe (Ohio, 1966), obispo de Lexington, quiso que sus fieles leyeran en esa jornada histórica.



El religioso de la orden de frailes menores conventuales es desde 2018 el presidente de Pax Christi en Estados Unidos, encargo que recibió tres años después de que el Papa lo nombrara para pastorear esa diócesis en Kentucky. En entrevista con Vida Nueva reconoce abiertamente que los obispos “deberíamos estar más alegres” tras la victoria de Joe Biden, católico confeso. Sin embargo, “no lo estamos tanto, porque había muchos que apoyaban a Donald Trump”.

PREGUNTA.- Francisco alerta en ‘Fratelli Tutti’ del “divide y reinarás” que alientan algunos políticos. ¿Le preocupa la división que existe hoy en la sociedad estadounidense?

RESPUESTA.- La división es muy fuerte. Lamentablemente esta división ha entrado también en la Iglesia poniendo la política por encima de los valores católicos y del Evangelio. Esto es ciertamente preocupante. Se puede no estar de acuerdo con los hechos, pero cuando se intenta negar la verdad, existe un problema.

P.- Es la tentación de ideologizar la fe…

R.- Esto ha pasado siempre y no es algo nuevo, pero detectamos que en la era Trump se ha potenciado. Hay católicos que solo quieren hablar del aborto, como si no hubiera ningún otro tema importante para nosotros. Pero como personas de fe tenemos que atender también a cuestiones migratorias, económicas y de justicia. Sinceramente, es difícil gestionar esta división en nuestro seno. Quienes proceden de áreas rurales piensan que los demócratas no responden a sus necesidades, mientras que en las grandes ciudades solo se vota demócrata. Nuestra diócesis, situada en el estado de Kentucky, vota mayoritariamente a Trump y la visión de la Iglesia cala poco fuera de nuestras parroquias.

P.- ¿Teme que la violencia se instale en las calles?

R.- Esperamos que no pase, porque ciertamente existe frustración y hay manifestaciones, pero no son violentas.

Defender las vidas

P.- La Conferencia Episcopal Estadounidense publicó antes de las elecciones el documento ‘Forming Consciences for Faithful Citizenship’ para ayudar a los católicos a votar atendiendo a la Doctrina Social de la Iglesia. Según las encuestas, Biden y Trump casi empatan entre los católicos, ¿significa que ambos cumplen al 50% con lo que espera un católico?

R.- No, para nada. Trump solo cumple con una cosa: el aborto. La mayoría de los temas que se presentan en la Doctrina Social de la Iglesia, como el racismo, la economía, la inmigración, la salud o la defensa de los pobres, son contrarios a su forma de pensar. El documento de la Conferencia Episcopal Estadounidense (USCCB, por sus siglas en inglés) tiene un problema, que solo presenta los temas, pero no da soluciones. Por tanto, no ayuda a discernir bien a las personas para poder elegir a un presidente.

P.- ¿Qué significa para la Iglesia que haya un presidente que se declara católico 60 años después de Kennedy?

R.- Deberíamos estar más alegres. Pero no lo estamos tanto, porque había muchos obispos que apoyaban a Trump. Los obispos que conocen al candidato demócrata personalmente, lo consideran una persona de fe, una persona muy devota. Debido a que no está de acuerdo con la idea de que el Gobierno deba decidir sobre el aborto, son muchos los obispos que están en su contra, pero es una persona de fe. Cuando John Fitzgerald Kennedy ganó las elecciones en 1960, fue un evento muy significativo para los católicos, pues llegaba a una posición de influencia donde no había muchos católicos. Sin embargo, ahora no parece tan significativo porque la mayoría de congresistas, senadores y jueces de la Corte Suprema se declaran católicos.

P.- Los católicos critican la postura de Biden sobre el aborto. No obstante, él sí defiende otras vidas, como la de los migrantes, las personas negras o la población en general en este momento de pandemia. ¿Cuál será la relación de la Iglesia con la administración Biden?

R.- Biden quiere construir puentes y la USCCB debería responder del mismo modo. El neocardenal arzobispo Wilton Gregory es una persona muy inteligente que sabrá mantener relaciones positivas con la nueva administración. Está claro que Biden, si valora su fe católica, va a buscar fórmulas para cooperar con la USCCB. Y lo más probable es que comencemos por la inmigración. El presidente electo dice que va a volver a entrar en el Acuerdo de París sobre el clima, además, va a retomar decisiones de la administración de Barack Obama que Trump revocó como en materia de protección medioambiental. Son cuestiones en sintonía con Laudato si’ que valoramos mucho.

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