El cardenal arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, ha reivindicado que “la presencia de los católicos en la vida pública es fundamental”. El vicepresidente de la Conferencia Episcopal presidió esta mañana la eucaristía de envío del XXII Congreso Católicos y Vida Pública, que en esta ocasión coincide con la Jornada Mundial de los Pobres convocada por el Papa Francisco.
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Desde ahí se preguntó en su homilía “qué peso otorgamos a la vida humana en todo su sagrado e interrumpible ciclo vital desde el inicio de la vida hasta la muerte”. De la misma manera, interpeló a la Asociación Católica de Propagandistas a reflexionas sobre “qué lugar ocupan en las prioridades de la vida pública, en las políticas y económicas, la suerte de los excluidos, esos de los que el Papa Francisco llama ‘no ciudadanos’”.
Los más vulnerables
El cardenal defendió a continuación “políticas de protección a las familias vulnerables, asegurando un trabajo decente a todas las personas y procurando la liberación de asimetrías territoriales”. “La protección de la vida de los más vulnerables están en manos de quienes actúan en la vida pública”, comentó Osoro sobre “las grandes cuestiones que tenemos delante”.
“La antropología cristiana -subrayó- no apuesta por una ética cualquiera sino por una ética amiga de la persona, compasiva, integradora, hospitalaria, inclusiva, principialista y, al mismo tiempo amable y dispuesta a hablar con todos” .
Abrir la vida
En su alocución durante la misa retransmitida por La 2, invitó a los presentes a conjugar en primera persona tres verbos: ayudar, vigilar y fructificar. “La Iglesia abre su vida al necesitado y al pobre”, subrayó el purpurado. Así, constató que vivimos “un cambio de época agudizado por esta pandemia que asola a toda la humanidad, con incertidumbres impensables”.
Desde ahí, animó a los propagandistas a “no tener miedo” a ser testigos del Evangelio promover “la amistad social” que propone el papa Francisco en la encíclica ‘Fratelli Tutti’ en aras “del diálogo, de aprender unos de otros, de tener puentes y cultivar el cariño con el que piensa diferente”. “La unidad es superior al conflicto”, les recordó parafraseando uno de los principios del actual Pontífice.