La crisis política se acentúa en Perú. Con la renuncia de Manuel Merino a la sucesión presidencial de Martín Vizcarra –después de cinco días de protestas sociales desde su designación, y tras la muerte de dos jóvenes en medio de las confrontaciones–, el país latinoamericano permanece en un laberinto político y social. Este lunes 16 de noviembre el Congreso no lograba un acuerdo para nombrar al nuevo mandatario.
Ante la compleja situación del país, el arzobispo de Trujillo y presidente de la Conferencia Episcopal Peruana (CEP), Miguel Cabrejos Vidarte, ha dicho –en declaraciones a RPP Noticias– que “es urgente que se encuentre una salida respetando el orden constitucional“, enfatizando que la nueva junta directiva del Congreso “debe ser el resultado del diálogo y del consenso”.
Para el prelado, “la persona elegida para liderar ese consenso” deberá generar “confianza en el Congreso y en la población”, y sustrayéndose de cualquier interés particular o de “apetitos”, a fin de que pueda “llevar al país a las elecciones y al cambio electoral en el momento preciso”, afirmando así la gobernabilidad que requiere la nación.
En este sentido, al tiempo que ha valorado el papel informativo de los medios y la participación de la ciudadanía, “liderada en gran parte por la fuerza de los jóvenes”, el presidente de los obispos peruanos ha pedido a los congresistas y a los partidos políticos asumir “un compromiso para que se garantice una transición ordenada, que tenga como prioridad la lucha contra la pandemia y [permita] garantizar las elecciones”.
El pasado fin de semana, en un mensaje dirigido a los peruanos, Cabrejos Vidarte subrayó algunos puntos del reciente pronunciamiento de la CEP, señalando que “cada día la desconfianza, incertidumbre e inseguridad que sufre nuestra población, dañan irreversiblemente el progreso del Perú“.
De ahí que “es esencial escuchar y atender los gritos y los clamores de la población, para recuperar la confianza, la tranquilidad y la paz social“, dijo el también presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM).
Se hace necesario, por tanto, el pronunciamiento del Tribunal Constitucional sobre la legalidad de lo decidido por el Congreso de la República, sin dejar de “custodiar el orden Institucional, garantizando el respeto de las normas y la independencia de poderes“, ha resaltado Cabrejos Vidarte, al expresar su preocupación sobre las elecciones de abril del próximo año: ¡no se pueden postergar!
Asimismo, el presidente de la CEP urge a “continuar y promover la lucha contra todos los rostros de la corrupción”, afirmando que “el bien común debe ser siempre nuestra opción prioritaria” y dando una especial atención a los más afectados por la crisis actual: “los niños, los pobres y los vulnerables”.
El llamado del arzobispo de Trujillo se extiende a las autoridades, para que no dejen de “servir a la población que los eligió”, con lo cual se debe “garantizar el derecho constitucional a la libertad de expresión de la población (…) de manera pacífica y proactiva”. De igual forma, no dejó de recordar la necesidad de una “alta calidad del servicio educativo nacional” para los niños, las niñas y los jóvenes.