Ante el impacto de la ola invernal en Colombia y del temporal de huracanes en el litoral Caribe, la Iglesia católica ha expresado su cercanía a todas las personas que están sufriendo los desastres causados por el fenómeno a lo largo y ancho del país.
“Pedimos a Dios el eterno descanso de quienes han fallecido y el consuelo para sus seres queridos, la pronta recuperación de los heridos y los enfermos, la fortaleza para los que han perdido sus viviendas y otros medios para su subsistencia“, se lee en un comunicado divulgado por la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) el lunes 16 de noviembre.
“Las dimensiones de estas tragedias son inmensas y las consecuencias devastadoras”. Por eso la CEC ha puesto en marcha, a través del Secretariado Nacional de Pastoral Social (SNPS) “acciones humanitarias para la atención de estas emergencias“, con el apoyo de las jurisdicciones eclesiásticas y, sobre todo, de los Bancos de Alimentos.
Particularmente, las arquidiócesis de Cartagena y de Santa Fe de Antioquia, así como las diócesis de Quibdó y de Istmina-Tadó, y el vicariato apostólico de San Andrés y Providencia, han alertado sobre la gravedad de la crisis que se vive por la temporada invernal y el paso de los huracanes por el Caribe, como ha comentado el secretario general de la CEC, Elkin Álvarez Botero, a través de un video-mensaje publicado este martes 17 de noviembre, en el que apela a la solidaridad de los colombianos para ofrecer una respuesta oportuna a las poblaciones más afectadas.
“Hacemos un llamado apremiante a la solidaridad de todo el pueblo colombiano, de modo que sea posible aliviar en algo el dolor de los hermanos que han sido afectados por estas catástrofes”, reitera la Iglesia.De acuerdo con la CEC, “las diócesis de las zonas comprometidas han dispuesto canales para recibir las ayudas en dinero o en especie”. Estas informaciones estarán disponibles en el portal del episcopado colombiano como en el de Cáritas colombiana.