Un préstamo de un millón para que Málaga pague sueldos. El Obispado se ha visto en la necesidad de solicitar un préstamo de los fondos ICO para afrontar los pagos al personal y cumplir con compromisos de gastos adquiridos por parroquias, algunas de ellas con reducciones en sus colectas de casi el 50% por la pandemia del coronavirus.
En ningún caso, esta coyuntura afectará a la atención a los vulnerables. De hecho, el ecónomo diocesano, Rafael Carmona, ha subrayado a EFE que Cáritas y las parroquias han triplicado sus recursos para atender la acción social. “Antes son las personas y después de los edificios”, ha remarcado sobre la hipótesis de desprenderse de patrimonio para obtener recursos.
El Obispado cuenta con 251 parroquias que han estado cerradas durante dos meses y gran parte de sus fieles son mayores de 60 años y que en la actual situación “están asustados, y no van a los templos”, mientras que los que acuden aportan menos al cepillo debido a la crisis económica sobrevenida.