Los obispos de Filipinas han mostrado su alegría ante la aprobación en el Parlamento del proyecto de ley que prohíbe los matrimonios infantiles en el país. Lo han hecho a través de declaraciones a Fides por parte del obispo Rex Andrey Alarcon, de la diócesis de Daet y presidente de la Comisión Episcopal de Juventud.
Por unanimidad, los senadores han aprobado la normativa, denominada ‘Girls not Brides Act’, y que prohíbe los matrimonios antes de los 18 años. “Me complace observar la determinación de los legisladores de proteger a las niñas y su dignidad”, dijo el prelado. “La sociedad debe proteger a sus pequeños, que son los más vulnerables, de quienes los explotan”.
“La ley es una forma de salvaguardar también la santidad del matrimonio y la familia”, ha continuado. “El deseo de proteger a los niños, niñas y niños, su dignidad y sus derechos y el objetivo de salvaguardar el matrimonio y la familia, son elementos cruciales y necesarios para el desarrollo auténtico y armónico de la sociedad”, ha añadido el obispo.
Además, ha subrayado que, con esta decisión, se da a las niñas “la posibilidad de soñar, la posibilidad de definir su futuro de acuerdo a sus deseos”. “Defendemos su derecho a continuar en un camino educativo y a decidir como adultas cuando están listas para comenzar a formar una familia”, ha subrayado.
Según los datos oficiales, una de cada seis niñas en Filipinas se casa antes de cumplir los 18 años, lo cual no solo revela factores culturales y sociales, sino que también acarrea consigo importantes consecuencias para su salud y la de su familia, sobre todo cuando esta ha comenzado a tenerla a los 10 u 11 años.
Shay Cullen, misionero católico en el país y director de la Fundación ‘Preda’, centrada en la protección de los derechos del niño, ha advertido que “en Filipinas, a menudo la llamada ‘unión matrimonial’ es solo un medio para justificar la pedofilia”. “Las niñas son utilizadas como esclavas sexuales, abusadas por parejas adultas que muchas veces pagan a sus familias de origen”, ha subrayado.