El conocido como ‘juicio de los monaguillos del Papa’ continúa. Y lo hace con la completa negativa de los hechos por parte de los acusados. Uno de ellos considera, incluso, que todo esto puede responder a un deseo de venganza e interés económico por parte de la presunta víctima.
- DOCUMENTO: Texto íntegro de la encíclica ‘Fratelli Tutti’ del papa Francisco (PDF)
- LEE Y DESCARGA: ‘Un plan para resucitar’, la meditación del papa Francisco para Vida Nueva (PDF)
- Regístrate en el boletín gratuito y recibe un avance de los contenidos
Así lo declaraba ante la justicia ayer, 19 de noviembre, el sacerdote italiano Enrico Radice, de 71 años, quien ejercía de rector en el seminario menor ‘San Pío X’, localizado en los junto a la Casa Santa Marta del Vaticano y que ahora se sienta en el banquillo de los acusados por haber ocultado los abusos al joven polaco Kamil Jarzembowski por parte de otro seminarista, mayor que él, Gabriele Martinelli.
Radice ha negado, tal como recoge Europa Press, que le llegasen acusaciones de abusos sexuales mientras era rector. “Nadie me ha hablado nunca de abusos, ni los estudiantes, ni los profesores ni tampoco los padres”, aseguró durante el interrogatorio del Tribunal del Vaticano. También matizó que “nunca escuché nada” sospechoso o que pudiera haber supuesto un indicio de que algo así estaba ocurriendo dentro de los muros de la Santa Sede, en el lugar donde se forma a los jóvenes aspirantes a sacerdotes.
‘Pecado original’
Según ha declarado Jarzembowski, Martinelli habría abusado de él entre 2007 y 2012, cuando aun era menor de edad. Pero no es el único. El testimonio de otro joven ha trascendido. Sin embargo, para Radice están “actuando por intereses económicos” y también por “venganza”, especialmente en el caso de Jarzembowski, quien fue destituido de San Pío X “por insubordinación y porque no participó en la vida comunitaria”.
Martinelli, que ahora tiene 28 años, se ordenó sacerdote en la diócesis de Como en 2017, a pesar de que, según ha relatado la víctima, denunció los hechos entre 2009 y 2010 al propio Radice. Según su versión, la respuesta del sacerdote fue “agresiva” e incluso “lo marginó”, consintiendo así que los abusos se perpetuasen en el tiempo.
Fue con la publicación en 2017 del libro ‘Pecado original’ del periodista italiano Gianluigi Nuzzi –en el que se denuncian los los abusos cometidos en ese seminario– cuando la justicia del Vaticano abrió la investigación.
En el libro, Nuzzi reproduce el testimonio del joven polaco Kamil Tadeusz Jarzembowski sobre lo que ocurrió en el seminario. Jarzembowski señala que en su habitación tuvieron lugar “abusos a otro seminarista”, los cuales se produjeron “más de 140 veces” por parte de un pupilo del rector –Martinelli–, “que era mayor que él y que después se convirtió en sacerdote”.