“Hacer sentir seguros a los niños los ayuda a superar cualquier problema”, afirma María Rosaura González, responsable del nuevo Diploma en Español para la Protección del Menor que se abrirá en la Pontificia Universidad Gregoriana en Roma a inicios de 2021. En conversación con Vida Nueva, con motivo del Día Internacional del Niño, ha explicado las secuelas sociales del coronavirus en niños, niñas y adolescentes.
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“Hago un llamado los líderes de todos los niveles a que protejan a nuestros niños”, ha mencionado la religiosa mexicana, que pertenece también al equipo de asesores de la Confederación Latinoamericana y Caribeña de Religiosos (CLAR) en estos temas.
Víctimas de violencia
Además explicó que en un informe reciente han detallado “los riesgos a los que se enfrentan los niños fuera de la escuela y sus comunidades en confinamiento” sumado a “una recesión económica mundial que se agudiza”.
Por tanto advierte que “los niños son a la vez víctimas de la violencia y de maltrato en el hogar, con las escuelas cerradas falta un importante mecanismo de alerta temprana, también existe el peligro de que las niñas abandonen la escuela, lo que provocaría un aumento de los embarazos en adolescentes”.
Cuidado con el uso de internet
La teresiana también ha mencionado que durante este tiempo de confinamiento “los niños pasan mayor tiempo conectados a internet”, por lo que “este hecho puede dejar a los niños en situación de vulnerabilidad ante la explotación y la aceptación por internet con fines sexuales”
Incluso “la falta de contacto cara a cara con amigos y compañeros puede conducirlos a la adopción de comportamientos de mayor riesgo, como el envío de imágenes sexualizadas”, por ello invita tanto a gobiernos como a familias “a estar alertas frente a cambios de comportamientos” y “estar pendientes de su seguridad”.
“El mayor tiempo que pasan en línea de manera poco estructurada puede exponer a los niños a contenidos potencialmente dañinos y violentos, así como un mayor riesgos a sufrir ciberacoso”, ha acotado.
Tres claves para la prevención
Frente a todas situaciones, la pregunta de rigor: ¿cómo crear esos entornos seguros y hacer la diferencia entre lo que significa estar encerrados y estar a salvos? Al respecto González propone tres aspectos fundamentales.
En primer lugar “crear este sistema que implica organización y relaciones”, porque “recordemos que todo abuso es un abuso de poder” para ello se hace preciso “identificar las necesidades de la familia: sus particularidades, ritmos y rutinas, hay que observar a cada miembro y de acuerdo a eso se organizan actividades de atención y de servicio”.
Seguidamente la hermana propone canalizar las emociones propias frente a los niños: “Es un aspecto que lo abarca todo, pues si nosotros estamos tristes y ansiosos nuestros niños y niñas absorben todo sin entenderlo. Lo primero es saber que sientes tú y qué te pasa como mamá o papá si esto es imposible ayudarlos”.
Finalmente en caso de violencia intrafamiliar: “Primero que nada, intenta proteger a tus hijos de los malos tratos, bajo ninguna circunstancia el castigo físico o humillante ni el psicológico es justificable”, por eso “cuando un niño o niña expresan que tienen miedo a alguien siempre hay que creerles y buscar instancias de apoyo”.
Foto: CLAR
