Aunque no se ha hecho público el texto votado en el Congreso de la Ley Orgánica de modificación de la LOE, la Lomloe, más conocida como Ley Celaá, el PSOE ha preparado sus argumentos para defender la polémica reforma del sistema educativo que ha chocado contra la escuela concertada, los profesores de Religión, las familias de Educación Especial… En su documento interno de “toma de postura” , al que ha podido acceder Vida Nueva, ya dan por hecho que con la nueva ley “los centros de Primaria y ESO podrá impartir ‘Cultura de las Religiones’ como enseñanza laica y no confesional a fin de conocer la influencia de las religiones en nuestra cultura”, una de las enmiendas aprobadas.
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El PSOE recupera su discurso de la LOE (Ley Orgánica de Educación) de 2006 y señala que “la asignatura de religión seguirá ofertándose, pero dejará de ser computable en términos académicos y para solicitar las becas”. Además, como ya se había anunciado, “tampoco tendrá una asignatura alternativa, como era hasta ahora Valores Éticos, sino que la formación en valores cívicos será generalizada para todos los alumnos.Como sucede en toda Europa y en lo que España es una anomalía por la LOMCE”. Algo que complica el encaje de la “Cultura de las Religiones” en los programas educativos.
Frente a la marea naranja
“Frente al beneficio de unos pocos que defiende el PP, la nueva Ley de educación blinda la igualdad de oportunidades en la escuela y parte de la posición de que la excelencia y la eficacia del sistema educativo no pueden entenderse sin reforzar la equidad” es la baza principal de esta ley según el documento interno distribuido José Luis Ábalos como Secretario de Organización junto a Santos Cerdán, secretario responsable de las relaciones entre el partido y el Gobierno.
En ese objetivo de conseguir la equidad el argumentario socialista parece chocar con la escuela concertada. Según el PSOE, “la Lomloe refuerza la función social de la educación sostenida con fondos públicos. Equipara y garantiza en obligaciones a la enseñanza concertada y a la pública dado que ambas prestan el servicio público educativo”. Un recelo que los socialistas tratan de poner de manifiesto postulando que “la campaña populista que hemos visto no representa a toda la concertada”; algo que contrasta con la realidad ya que por primera vez se han unido en una plataforma, como ha sido el caso de Más Plurales, que agrupa distintas sensibilidades y sienta en el mismo banco a patronal, familias o sindicatos.
“Protestan los que van a perder los privilegios que les dio el PP, no la concertada que cumple con sus fines sociales y es de interés público”, señala el documento del partido que acude a la táctica del divide y vencerás para que no se produzca una huelga similar a la que la escuela pública organizó durante la tramitación de la Ley Wert. Cortada que se ha empleado para acabar con el criterio de demanda social.
Tras las concentraciones y protestas del domingo promovidas por Más Plurales, los socialistas pintan a los activistas naranjas como defensores de una escuela marcada por el “elitismo segregador y con el privilegio si está financiada con fondos públicos”. “La campaña ‘naranja’ que dice defender la libertad educativa de las familias no piensa en todas las familias, se asienta en fakes y mentiras e instrumentaliza a menores en su causa ideológica”, afirman.
Además, para el PSOE, el Partido Popular “toma partido para beneficiar a unos pocos sin pensar en la mayoría. Comete el grave error de identificarse tan solo con los intereses de la educación privada, abandonando a la escuela pública y a la concertada que cumple con fines sociales. Ejerce como un grupo de presión de intereses particulares”, denuncia. Una división, la concertada buena y la concertada perversa, que es minoritaria –y más ante esta ley–.
