Paolo Gabriele, ex mayordomo de Benedicto XVI que sacó a la luz el escándalo conocido como Vatileaks en 2012, ha fallecido a los 54 años tras una larga enfermedad. Así lo ha informado la agencia EFE hoy, 24 de octubre, recordando que Paoletto, como se le conocía cuando trabajaba para Joseph Ratzinger, nunca rompió su silencio tras el indulto del Papa.
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Gabriele fue condenado por el Tribunal Vaticano a 18 meses de cárcel y alejado de su puesto por robar y filtrar documentos secretos de la Santa Sede, desencadenando el Vatileaks. Sin embargo, fue indultado por el Papa y, durante estos años que han pasado después del juicio, tal como apunta la agencia ANSA, a Paoletto se le garantizó un trabajo en el Vaticano, aunque generalmente siempre estaba de baja por enfermedad.
Al ser preguntado por el Tribunal si se consideraba culpable o inocente, Gabriele respondió que en todo momento actuó “por amor” a la Iglesia y al Papa. En otro interrogatorio, destacó que notaba en el Vaticano una situación de “desconcierto”, pero que fue la corrupción en la Iglesia lo que realmente le empujó a filtrar los documentos a la prensa, siempre para que el Vaticano volviese al “buen camino”.
El primer escándalo Vatileaks
Asimismo, Paoletto afirmó que Ratzinger era una persona “manipulable” que claramente “estaba mal informado” y que “tenía que saber” lo que verdaderamente ocurría en el Vaticano.
El Vatileaks comenzó cuando el periodista italiano Gianluigi Nuzzi mostró en su programa dos cartas por el nuncio en Estados Unidos, Carlo María Viganò, a Benedicto XVI, en la que denunciaba la “corrupción” en la administración vaticana. En mayo de 2012, Nuzzi publicó el libro ‘Sua Santità’, en el que se recogían diversos documentos reservados enviados al Papa y a su secretario, George Ganswein. Sin embargo, Nuzzi nunca ha llegado a confirmar que fuera Gabriele quien le enviase los documentos.
