La Conferencia Venezolana de Religiosos y Religiosas (Conver) ha reunido, de manera virtual, en asamblea extraordinaria a las superioras y los superiores mayores de las órdenes, congregaciones, institutos de vida consagrada y sociedades de vida apostólica, delegaciones y comisiones, a fin de analizar la actual situación social, política y económica del país petrolero.
En su comunicado final han dirigido a todos los venezolanos, “tanto a los que viven en nuestro país como a todos nuestros hermanos que se encuentran en la diáspora”, un mensaje de fe, esperanza y solidaridad.
“Nuestro país está cayendo en la tentación de la desesperanza ante esta dolorosa situación, pensando que Dios está lejano, callado y oculto, pero… ¡No, hermanos y hermanas! Él sigue siendo el Emmanuel, el Dios con nosotros, actuando en su pueblo, y lo vemos en el despertar de innumerables gestos de solidaridad que van transformando tantas necesidades en vida”, han dicho.
Eddy Omar Polo, presidente de la Conver, ha informado a Vida Nueva que en esta jornada “nos acompañaron monseñor José Luis Azuaje, presidente del episcopado, monseñor Aldo Giordano, nuncio apostólico, el cardenal Baltazar, administrador apostólico de Caracas, Marielena Febres del Consejo Nacional de Laicos, y Gloria Liliana Franco, presidenta de la Confederación Latinoamericana y Caribeña de Religiosos (CLAR).
En esta asamblea extraordinaria se han puesto en perspectiva los problemas que azotan al país, producto del accionar del “régimen político imperante que sigue aniquilando las libertades individuales y sociales, lo quiere hacer todo y no hace nada para solucionar tantos problemas; dueño de todo e ineficaz en todo, conduciendo al país a una debacle sin límites”.
“A esto, se agregan las calamidades naturales, producto de las últimas lluvias que han devastado los pocos bienes de nuestros hermanos más pobres, así como las vías de penetración a los campos y lugares donde están luchando por hacernos llegar sus productos alimenticios”, han acotado.
Frente a las secuelas sociales que ha traído la pandemia, la Conver apela al “amor misericordioso que nos lleva a compartir nuestros sentimientos con tantos hermanos y hermanas que han sufrido y están sufriendo la Covid-19 y el confinamiento que esta impone”.
Además han dado todo su reconocimiento “a los médicos y personal sanitario que cada día dan lo mejor de sí con profesionalismo y vocación auténtica para atender a los enfermos” y “nuestra oración por quienes no lograron superar los embates de tan terrible enfermedad y ya están gozando de la paz eterna. A sus familiares nuestra sincera expresión de solidaridad fraterna”.
Uno de los compromisos que asume la Vida Religiosa venezolana será continuar “impulsando la cooperación con las Organizaciones de carácter humanitario que generosamente invierten en las diferentes obras” al tiempo que buscan aunar esfuerzos con el laicado en la misión humanitaria, en medio de una realidad materialista difícil, contradictoria, que nos aborda, cuestiona, interpela, pero que nos enfrenta a muchos retos”.
Foto: Centro Gumilla