Manos Unidas ha lanzado la campaña ‘A veces no cae del cielo’. Y lo ha hecho porque, tal como ha explicado la oenegé, este bien “puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte” y para concienciar a la sociedad “sobre cómo su ausencia es una de las mayores amenazas a la que se enfrentan las poblaciones más empobrecidas del planeta”.
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Y es que, tal como remarca la organización, más de 2.000 millones de personas carecen de agua potable, lo que les impide tener acceso a una alimentación adecuada y suficiente, así como llevar a cabo medidas de higiene básicas; lo que, en muchos casos, les aboca al hambre y a la enfermedad. “A veces, especialmente en los países más empobrecidos, el agua no cae del cielo y lavarse las manos, un gesto tan cotidiano que puede salvar vidas, no está al alcance de todos”, aseveran.
El agua es un derecho humano fundamental por el que trabaja Manos Unidas desde hace 61 años y que ahora mismo se ha convertido en una herramienta imprescindible para luchar contra el coronavirus, para prevenir y evitar contagios.
Emergencia global
“Con la campaña ‘A veces el agua no cae del cielo’, queremos hacer hincapié en esta realidad y recordar que, diariamente, millones de personas se ven abocadas a una emergencia global como consecuencia de la falta de agua”, apunta la oenegé.
Para luchar contra esta situación, Manos Unidas trabaja, desde hace más de seis décadas, para garantizar el derecho humano al agua en los 57 países en los que está presente actualmente. En 2019, la organización financió 36 proyectos de desarrollo relacionados con el agua que beneficiaron directamente a 131.045 personas, por un valor de 1.729.805,26 euros.
De esta manera, se apoyó a poblaciones para que tengan acceso al agua, perforando pozos, construyendo presas, y haciendo canalizaciones de agua. Además, con esto se promueve la higiene, el saneamiento básico y la formación para la buena gestión de las infraestructuras de agua y para su uso eficiente. “También apoyamos la gestión de recursos hídricos, así como la protección de los ecosistemas relacionados con el agua”, matiza Manos Unidas.