En su primera entrevista con la Oficina de Medios del Patriarcado Latino como patriarca de Jerusalén, el arzobispo Pierbattista Pizzaballa ha explicado que, incluso en plena pandemia por el Covid-19, los retos a los que se enfrentan los cristianos de Tierra Santa “son siempre los mismos”.
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Así, además de haber “problemas económicos agravados por la emergencia del Covid-19 y la falta de peregrinos”, en Jordania “la situación económica es bastante problemática”. “Cada vez tenemos más familias sin una perspectiva fácil de una vida pacífica”, ha subrayado, así como que “también existen los problemas políticos”.
Unidad en las comunidades
Del mismo modo, “se ven más dificultades para las familias, cada vez con menos hijos, así como las crecientes necesidades de las escuelas”. “La crisis por Covid-19 aún no ha terminado”, ha continuado, señalando que, durante este tiempo, ha podido ser testigo de como “muchas personas comprometidas dentro de nuestras comunidades que han podido apoyarse mutuamente”.
Sin embargo, ha revelado que no está “satisfecho con la forma en que algunas parroquias han abordado la vida sacramental” durante este periodo, ya que “lgunas se han mostrado muy activas a pesar de todo, respetando las restricciones de las autoridades, mientras que otras han estado mucho menos presentes”.
