El arzobispado de Mérida-Badajoz ha ayudado económicamente a 400 personas gracias el Fondo Diocesano de Comunión Fraterna, impulsado por el arzobispo Celso Morga. La colecta, que se puso en marcha hace seis meses para paliar los efectos económicos de las familias, ya ha conseguido más de 37.000 euros gracias a las aportaciones de entidades privadas y públicas, y a las donaciones de particulares.
Gestionado por Cáritas Diocesana de Mérida-Badajoz, esperan que esté funcionando durante varios años,pues se pretende “buscar una mejora en las condiciones de vida de las personas más vulnerables y en exclusión social afectadas por el Covid-19, evitando la pobreza extrema y garantizando los derechos fundamentales de las personas y familias en situación de emergencia social”, según informan en un comunicado.
Desde las parroquias se están gestionando las ayudas inmediatas para cubrir necesidades básicas como la alimentación y nutrición, medicinas, cuidado infantil, ropa y calzado, y suministros básicos (luz y agua).
Además, desde el Fondo Diocesano de Comunión Fraterna se están aportando ayudas también en materia de alquiler e hipotecas para las personas y familias que lo necesiten, concesión de microcréditos a pequeñas empresas que se hayan visto afectadas por la crisis social y económica provocada por la pandemia, así como proyectos de promoción social.
Para gestionar las solicitudes de ayuda que llegan a las parroquias, el Fondo cuenta con una comisión técnica, que se encarga de estudiar, analizar y asignar las cuantías de las ayudas y los proyectos que se solicitan y, además, hace un seguimiento de los mismos.
Para acceder a alguna de las ayudas que se entregan desde este Fondo es necesario ponerse en contacto con su párroco, quien dirigirá la solicitud al equipo, que dará una respuesta.