Como viene siendo habitual después de cada consistorio cardenalicio, Francisco se ha desplazado junto a los nuevos purpurados hasta el monasterio Mater Ecclesiae para visitar al Papa emérito Benedicto XVI. Un encuentro en el que no ha habido mascarillas debido a que todos los participantes en la cita se habían sometido a los correspondientes test anti-covid, así como la pertinente cuarentena.
Las imágenes de este encuentro distribuidas por la Santa Sede vuelven a borrar, al menos por unas semanas, los rumores que constantemente vienen y van en torno a Joseph Ratzinger, sobre su estado de salud y sobre la relación con su sucesor en la Sede de Pedro.
Por un lado, las fotografías muestran al Papa alemán sonriente, contento de la presencia de los trece nuevos ‘fichajes’ de Francisco. Según ha podido confirmar Vida Nueva, Benedicto XVI está totalmente recuperado del herpes que sufrió el pasado verano. Aunque su movilidad es cada vez más reducida y el volumen de su voz es mínimo, mantiene una frágil salud de hierro, propia de un anciano de 93 años.
Por otro, la cordialidad que se desprende de las instantáneas vuelve a corroborar las nulas desavenencias entre Francisco y Benedicto XVI. De hecho, hace apenas unas semanas, Jorge Mario Bergoglio sentenciaba en una entrevista a una agencia de noticias italiana que “Nunca me he peleado con Benedicto XVI”. “Benedicto XVI para mí es padre y hermano, por carta le escribo ‘filial y fraternalmente’”, añadía.
En esta misma línea se manifestaba esta tarde el director de la oficina de prensa del Vaticano, Matteo Bruni, que ha explicado cómo Benedicto XVI ha saludado uno a uno a los cardenales “en un clima lleno de afecto” y les ha expresado su alegría por la visita. Al concluir el encuentro, han cantado juntos el ‘Salve Regina’ y el Papa Emérito les ha impartido la bendición apostólica.