La Comunidad de Sant’Egidio ha organizado hoy, 30 de noviembre, un seminario web sobre la abolición de la pena de muerte. Así, coincidiendo con el hecho de que, en este día de 1786, fue la primera vez que un Estado (el Gran Ducado de Toscana) abolió la pena capital, se ha convocado a varias asociaciones que luchan contra esta medida que, tal como ha subrayado David Sassoli, presidente del Parlamento Europeo, “representa un fallo total del Estado de derecho”.
“La pena de muerte y su abolición es para nosotros, los europeos, un deber moral ineludible”, ha dicho Sassoli, remarcando que no solo se trata de “un acto irreversible que puede afectar también a personas inocentes”, sino que, además, “la historia nos enseña que este castigo no es un elemento disuasorio de los crímenes”.
Asimismo, Sassoli ha remarcado que la pena capital “termina reduciendo el valor de la vida, que en cambio constituye la premisa para fomentar las relaciones sociales y las relaciones entre estados”. Por ello, “no puede existir Europa sin respeto por la vida, sin la dignidad de las personas y sin el reconocimiento jurídico de estos principios primarios”.
“Aun hoy es necesario continuar involucrando a los ciudadanos y a la opinión pública en este tema, sobre el cual no se puede permanecer indiferente”, ha aseverado. “Por eso tenemos que estar atentos, vigilar y estar seguros de que en ningún lugar del planeta, por lejano que sea, el derecho a la vida se vea pisoteado. No puede haber justicia plena en el mundo hasta que se prohíba la matanza de seres humanos”, ha concluido el presidente del Parlamento Europeo.
Junto a Sassoli, en el encuentro han intervenido representantes de distintas instituciones de todo el mundo, Pero, además, ha compartido su testimonio Joaquín Martínez, español ex condenado a muerte por un crimen que no cometió en Estados Unidos y que finalmente fue exonerado.
Mientras tenía lugar el encuentro de Sant’Egidio, el papa Francisco ha publicado en Twitter su total condena a la pena capital, recordando que “ni siquiera el homicida pierde su dignidad personal”. “El firme rechazo a la pena de muerte”, escribía Francisco, “muestra hasta qué punto es posible reconocer la inalienable dignidad de todo ser humano”.
El seminario web ha finalizado con la iluminación especial del Coliseo, símbolo de la campaña global contra la pena de muerte por ser, un día, “la imagen de la muerte convertida en espectáculo”, tal como ha apuntado Mario Marazziti, de la Comunidad de Sant’Egidio. Junto a él, otras ciudades han iluminado sus monumentos más significativos, como Barcelona, que y su ayuntamiento.
“Es necesario hacer redes”, ha dicho Marazziti. “Se hace red con una simple carta a un condenado a muerte, que puede suponer la diferencia entre dejarse ir o cambiar. Hagamos red. Seamos la red que protege. Esto puede cambiarlo todo”, ha aseverado.