Mientras se cancelan algunas tradiciones como la visita del papa Francisco al monumento de la Inmaculada al lado de Plaza España o se reduce el aforo a la mínima expresión en las principales celebraciones, el Vaticano no ha renunciado a los elementos más reconocibles de su decoración navideña. Este lunes, 30 de noviembre, ha sido levantado junto al obelisco de la Plaza de San Pedro un abeto de 28 metros de altura y 70 centímetros de diámetro procedente de una de las zonas más exuberantes de Eslovenia, la parte sudoriental del municipio de Kočevje, en el río Rinza, según informan los medios vaticanos.
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Un abeto monumental y un belén de cerámica
La inauguración del belén y el árbol navideño será el próximo viernes 11 de diciembre, a las 16:30. En este caso la celebración será con un aforo reducido y estará presidida por Giuseppe Bertello, presidente de la Gobernación del Estado de la Ciudad del Vaticano, que estará acompañado del secretario general, Fernando Vérgez Alzaga. Dicha ornamentación permanecerá instalada hasta el 10 de enero de 2021, fiesta del Bautismo del Señor con la que termina el tiempo litúrgico de Navidad.
Kočevje es una región plagada de bosques y está entre los 63 sitios de antiguos bosques primarios de hayas en la Lista del Patrimonio Mundial de la Unesco. La madera es además el motor económico de la zona. Precisamente el abeto más alto de Europa está en Pohorje (Eslovenia), se llama el abeto de Sgern y mide 61,80 metros, tiene unos 300 años, un perímetro de 3 metros y 54 centímetros y un diámetro de más de un metro. El belén será en cerámica italiana y es un regalo de Castelli en la región de los Abruzos, en el centro del país, conocido productor de cerámica desde el siglo XVI.