La salud de Benedicto XVI siempre es motivo de preocupación para la Iglesia. Por eso, cada vez que surgen rumores sobre su estado, su secretario personal, Georg Gänswein, sale al paso para tranquilizar a las masas. Por ahora, nada de que preocuparse, aunque no deja de ser una persona de riesgo, puesto que tiene 93 años. El pasado 28 de noviembre, tras la creación de los 13 nuevos cardenales, los diez que acudieron al consistorio semipresencial, lo visitaron junto a Francisco. Tras las presentaciones, su mensaje: “El Señor se ha adueñado de mi voz para hacerme apreciar el silencio”.
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Al Papa emérito ya le cuesta hablar. Es lo que él mismo dijo en este ya tradicional encuentro. Así lo ha confirmado el cardenal Mario Grech en una entrevista a Vatican News –el portal de noticias de la Santa Sede–. El secretario general del Sínodo de los Obispos afirma que encontrarse con Joseph Ratzinger fue “un momento de alegría”, pues “él creyó en mí al hacerme obispo en 2006”.
“Nos animó a continuar en la aventura”
“Ver a este pastor que, pese a su edad, está tan lúcido y sonriente y con el deseo de comunicar la experiencia que está teniendo del Espíritu nos animó mucho. Tiene dificultad para expresarse, pero trató de animarnos a seguir en la aventura con el Señor”, agregó el purpurado maltés.
Las fotografías del encuentro en el monasterio Mater Ecclesia –residencia de Ratzinger– mostraban a un hombre contento de la presencia de los trece nuevos purpurados. Además, según ha podido confirmar Vida Nueva, Benedicto XVI está totalmente recuperado del herpes que sufrió el pasado verano, unos días antes de su viaje a Alemania para despedir a su hermano enfermo, que moriría días después.
Esa tarde, el director de la Oficina de Prensa del Vaticano, Matteo Bruni, explicaba que Benedicto XVI había saludado uno a uno a los cardenales “en un clima lleno de afecto” y les expresó su alegría por la visita. Al concluir el encuentro, cantaron juntos el ‘Salve Regina’ y el Papa emérito les impartió la bendición apostólica.