La Comunidad de Vida Cristiana (CVX), que agrupa a 1.100 personas en 35 comunidades de toda España vinculada a los jesuitas, hacía público ayer, 2 de diciembre, un manifiesto en el que expresa su profundo “agradecimiento y alegría” ante el “don de Dios” que supone que la Iglesia, y la propia organización, esté formada “por personas con orientaciones sexuales diversas”.
“En los últimos años hemos constatado la presencia de personas LGTB+ en la Iglesia y en la propia comunidad”, afirma CVX. Estas personas, “al igual que el resto de integrantes del pueblo de Dios, quieren vivir con plenitud su fe, en amor y servicio”. Sin embargo, “muchas veces encuentran dificultades añadidas para hacerlo e incluso rechazo, lo que genera gran sufrimiento personal y familiar”.
CVX se ha expresado, asimismo, consciente de que “toda persona es, en su naturaleza, hija de Dios, creada a su imagen y semejanza” y, por ello, se ha comprometido “en el acompañamiento de estos procesos de fe e integración en la comunidad eclesial” y en la sensibilización y formación interna.
“Como recuerda el Papa Francisco en Amoris laetitita, la Iglesia ha de hacer suyo ‘el comportamiento del Señor Jesús, que en un amor ilimitado se ofrece a todas las personas sin excepción’ y, por ello, no cabe ningún ‘signo de discriminación injusta’ hacia las ‘personas con tendencias homosexuales'”, subraya CVX.
Fruto de la experiencia de acompañamiento, y unido a esta reflexión, en la última Asamblea General de CVX España, celebrada en agosto de 2019 en Pamplona, se acordó profundizar en el tema y elaborar el manifiesto publicado, en el que, además, se hace constatar que la comunidad “vive como don de Dios el estar formada por personas con orientaciones sexuales diversas, personas en cuyas familias hay miembros LGTB+, personas solteras, casadas y divorciadas”. Y es que, “como integrantes de la Iglesia que son, participan en ella en igualdad, y lejos de cualquier estigma”. Ejemplo de ello es que “los cargos de responsabilidad y representación de la comunidad están abiertos para todas ellas”.
Por otra parte, han subrayado que “la discriminación, siempre injusta, que sufren muchas personas por su orientación sexual es una llamada de atención a la comunidad cristiana para seguir recordando que toda persona es, en su naturaleza, hija de Dios, creada a su imagen y semejanza”, así como para “redoblar esfuerzos de reconocimiento, acogida y acompañamiento”. Por último, CVX se ha comprometido a “cuidar la sensibilización y la formación interna de sus miembros sobre este tema, así como a incorporarlo en las distintas áreas de trabajo”.