Cáritas Argentina se involucra en el debate por el aborto

Cáritas Argentina se involucra en el debate por el aborto

Por Cáritas Argentina, participó de este debate, Andrea Imbroglia, quien se presentó como parte del equipo que concurre todos los días a los barrios vulnerables, para sostener y acompañar la vida de millones de personas en situación de pobreza.



Desde esa realidad, afirmó que nadie puede decirnos lo que piensan y viven las mujeres en situación de pobreza, ante un embarazo. “Quienes quieren arrogarse su representación y dicen que las mujeres pobres quieren el aborto, o no las conocen, o faltan a la verdad”, aseguró.

El aborto, una crueldad

La representante de Cáritas expresó que si el Congreso pretende defender los derechos de las personas en situación de pobreza, “primero tiene que priorizar y respetar la vida”, tanto la de los niños o niñas, como la de las madres.

“El aborto no es un pedido de las comunidades vulnerables”, aseveró Imbroglia. “Las mujeres piensan, sienten y miran al aborto y todo lo que lo rodea como una gran crueldad”.

Manifestó que “Legalizar el aborto implica ser antiderechos de personas en situación de pobreza”, porque la realidad humana que está esperando nacer en el vientre de las madres es indiscutidamente un ser humano, y vulnerable, tenga 1, 3, 14 o 20 semanas de gestación. Son personas, por naturaleza, por código genético, y porque además así lo define la Constitución. Y siguió: “esto es lo que intuyen, saben y defienden en su inmensa mayoría los pobres, que nunca consideran a quien está en sus vientres como su propio cuerpo”.

“Nos ocuparemos y estaremos a su lado”

Todos los días, comentó Imbroglia, en la institución se dedican “a recibir la vida como viene”, con sus fragilidades, desaciertos y pobrezas. Asisten a quienes tienen vidas rotas o quebradas, o a quienes sufren por embarazos inesperados. Acompañan a las desean continuar con su embarazo y a las que dudan. Las sostienen y les ofrecen una respuesta concreta y posible. Son testigos de cómo es posible acompañar, sostener, y multiplicar recursos comunitarios para cobijar a las mujeres y a la vida por nacer.

Luego ratificó que jamás le soltarán la mano, pase lo que pase, a algunas madres que se acercan luego de abortar. Tienen para ellas espacios de escucha y acompañamiento. “Y sepan que también vemos muy en directo lo pesadísima de la carga de sufrimiento que genera un aborto para una mujer que reconoce y vive la profundidad del sentido de la vida, y vemos que el abortar es un drama!”.

Conforme al compromiso asumido por Cáritas, Imbroglia les solicitó a los legisladores: “A las mujeres que quieren abortar y son pobres, por favor envíenlas con nosotros que nos ocuparemos y estaremos a su lado”. “El aborto NO es un pedido de las comunidades pobres de nuestro país”, ratificó. 

Y sumó luego dos pedidos más: “Señoras y señores diputados, de aprobarse el aborto legal estaríamos frente a un brutal retroceso como sociedad“. “Queremos un país que respete la dignidad de las personas…”, que respete el valor de las personas, sus derechos y su salud, sobre todo de los más indefensos, dentro y fuera del vientre materno.

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