El próximo lunes 7 de diciembre, a las 20:00 horas (tiempo del centro de México), la misión Cielo Abierto y el Grupo Emmanuel realizarán una noche de adoración a Jesús Eucaristía desde la Basílica de Guadalupe en la Ciudad de México.
Debido a la pandemia de Covid-19, en esta ocasión el concierto-adoración se llevará a cabo a puerta cerrada, pero será transmitido en vivo a través de la página de Facebook y el canal de YouTube de Grupo Emmanuel .
La noche de adoración será presidida por Luis Manuel Pérez Raygoza, obispo Auxiliar de la Arquidiócesis Primada de México, y será animada por Grupo Emmanuel, ministerio que fundó la misión Cielo Abierto.
Es la primera vez que Cielo Abierto se realiza desde el santuario mariano más visitado de México, y este año se suma a los festejos virtuales en honor a la Virgen de Guadalupe, cuya fiesta es el 12 de diciembre.
La Noche de Adoración tiene este año como lema: “Que te adore todo pueblo”, y “expresa la necesidad de volver nuestra mirada a Dios, en medio de una tempestad mundial, que ha puesto a prueba a todas las naciones. Una pandemia que ha quebrantado, lastimado y dolorido a millones de almas y corazones”, señaló el Grupo Emmanuel a través de un comunicado.
Cielo Abierto, que cumplió 10 años de trabajo continuo, tiene la misión de adorar y exaltar, a través de la música, a Jesús-Eucaristía; para “preparar a la Novia, la iglesia para las bodas del Cordero. Porque es tiempo de comenzar un nuevo camino a la santidad, y propiciar tiempos mejores, de paz y de amor”, aseguran.
Grupo Emmanuel es el ministerio que preside Cielo Abierto: misión católica de evangelización a través de la música y la predicación, que reúne a cantantes adoradores de todo el mundo en una misma ciudad, “para llevar a las personas ante la presencia del Santísimo Sacramento del altar, donde Cristo está vivo y es real en la Eucaristía”.
Cielo abierto, durante la última década, ha visitado casi todos los estados de la República Mexicana y 13 países de América.
Llevar a las comunidades la experiencia de Adoración al Santísimo Sacramento –dicen– les ha permitido presenciar grandes conversiones, milagros de sanación, ser testigos del surgimiento de vocaciones sacerdotales y religiosas, “llenando a la Iglesia de un espíritu renovado, de un nuevo ardor, para vivir su fe, convirtiéndose en testigos de que el ¡Pan Vivo está entre nosotros!”.