Este 8 de diciembre, con motivo de la Solemnidad de la Inmaculada Concepción de María, la Iglesia colombiana recuerda el dogma “según el cual la Madre de Jesús fue preservada del pecado desde el momento de su concepción”.
En Colombia y en muchos países del mundo la devoción a la Inmaculada Concepción se expresan en numerosos gestos de amor a la Virgen María que recogen diversas tradiciones desde que el papa Pío IX proclamó el dogma el 8 de diciembre de 1954 con la bula ‘Ineffabilis Deus’.
Para el sacerdote Juan Carlos Ramírez Rojas, ecónomo y director financiero de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), este dogma “nos permite contemplar en ella la pureza de su ser, la transparencia de su misión“, como recoge la CEC en su portal.
Aprender de María
Con motivo de la Solemnidad de la Inmaculada Concepción, el religioso colombiano destaca cuatro virtudes o rasgos fundamentales de María para “aprender de ella”:
- Ser atentos. “María es la mujer atenta a la realidad de su prima Isabel y acude; es la mujer atenta a la situación en las bodas de Caná y asiste e intercede; María tiene la firmeza de la atención junto a la Cruz de su hijo Jesús”.
- La inteligencia del amor. Con ese rasgo, es posible “escuchar al que piensa distinto, al que está inconforme”. A todo aquel que es víctima de injusticias siempre podemos acogerlo y acompañarlo desde la inteligencia del amor.
- La ternura. María nos enseña “a respetar al otro, a poner límites flexibles a las relaciones para que el otro se sienta reconocido, valorado y respetado” desde la primacía de la ternura.
- El silencio. “En un momento como este, de tanta división, no es generando discordia sino siendo capaces de ejercitar la inteligencia del amor, de escuchar las partes, que logramos llegar a consensos para transformar la realidad”. El silencio también hace parte de este proceso.