El Papa ha dado hoy un giro al concepto ‘carpe diem’. “Aprovechemos el tiempo presente. Este es el sentido cristiano del ‘carpe diem’. No es disfrutar la vida en el momento fugaz, que es el sentido mundano, sino acoger el hoy para decir no al mal y sí a Dios”. Con estas palabras Francisco se dirigió a los fieles presentes en la plaza de San Pedro durante el rezo del ángelus en la festividad de la Inmaculada Concepción.
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Precisamente, Francisco reflexionó sobre el dogma de la Inmaculada y recordó que “María está libre de toda mancha de pecado”. “Disfrutó de una singular acción del Espíritu Santo para poder mantenerse siempre en su relación perfecta con Jesús”, comentó.
Madre y discípula
“María era a la vez madre y discípula de Jesús, pero el pecado no estaba en ella”, aseveró el Papa que, a partir de ahí, instó a los cristianos a tomarla como referente “para un día estar totalmente libres del pecado”. “Lo que para María fue para el inicio, para nosotros será al final”, explicó el Papa, que apuntó que “lo que nos abre la puerta del paraíso es la gracia de Dios”.
En esta misma línea, hizo hincapié en el hecho de que fue “uno de los dos bandidos” que fueron crucificados junto a Jesús fue el primer en entrar al paraíoso. “No vale hacerse los astutos, podemos engañar a los hombres, pero no a Dios. Conoce nuestro corazón mejor que nosotros mismos”.