México

Los cardenales mexicanos reflexionan sobre ‘Fratelli Tutti’ y el Pacto Educativo Global del Papa





El obispo emérito de san Cristóbal de las Casas, Chiapas (México) Felipe Arizmendi Esquivel, recién nombrado miembro del Colegio Cardenalicio por el papa Francisco, hizo un llamado a los mexicanos a asumir de forma personal la educación para enfrentar las diferentes situaciones de la vida, y no estar esperando a que otros se eduquen.



Arizmendi Esquivel participó junto con el cardenal Alberto Suárez Inda, arzobispo emérito de Morelia, en la serie de reflexiones virtuales, Diálogos por la Esperanza, organizadas por la Dimensión de Pastoral Educativa y de Cultura de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM); sobre la encíclica ‘Fratelli Tutti’ y el Pacto Educativo Global al que ha convocado el Santo Padre.

Educar para el servicio

Tras señalar que la educación es un proceso inagotable, el cardenal Arizmendi explicó que éste debe estar encaminado al servicio: “eduquémonos para ver en qué puedo servir, qué puedo educar, qué puedo hacer; no solamente criticar a los demás; para ser más solidario, más cercano y más hermano, empezando por los cercanos”.

El cardenal mexicano también se refirió a la importancia del diálogo en el proceso educativo, y puso como ejemplo al papa Francisco, que insiste mucho en el diálogo a partir de la Santa Trinidad, tres personas distintas, pero un solo Dios.

“Porque Dios es amor, y el amor significa que se respeten las diferencias de los demás, que no quiera que los demás sean igual que yo; el diálogo es saber escuchar al otro, qué razones tiene, qué punto de vista tiene, para que yo aprenda de los demás”.

El pacto educativo compromete a todos

Por su parte, el cardenal Alberto Suárez Inda, arzobispo emérito de Morelia, se refirió al Pacto Educativo Global al que ha convocado el Papa Francisco. Al respecto, aseguró que esta iniciativa “compromete a todos; invita a todos a poner su mejor esfuerzo en favor de cada persona, pero también de la sociedad”.

El cardenal aseguró que este pacto educativo cobra mucha importancia, pues debe incidir en una sociedad que no es uniforme, sino poliédrica; es decir, “tomando en cuenta la diferencia que hay en cada pueblo, en cada cultura y siempre en favor de los niños, de las niñas y de una comunidad donde aprendamos a ser hermanos; una educación en la que todos estamos comprometidos”.

Sacudir nuestra distracción y comodidad

El cardenal Suárez Inda destacó que el papa Francisco ha insistido en que este pacto sea global; es decir, un pacto en el que todos se comprometan en favor de todos.

“El pacto nos dice que tenemos que educarnos para acoger a los marginados, a los más vulnerables, no descartar… tenemos que ir en esta actitud de acoger, respetar, acompañar y servir a los más vulnerables”, dijo.

Al referirse a la encíclica ‘Fratelli Tutti’, consideró que el Papa ha hecho un exigente llamado a la sociedad para que abra los ojos, se detenga y sea sensible. “Precisamente a ser buenos samaritanos que dan su tiempo, que dan algo de sus bienes y que buscan ayuda”.

El buen samaritano –añadió Suárez Inda- es un ejemplo que nos debe ayudar a cambiar, a “sacudir nuestra distracción, nuestra comodidad, y a estar dispuestos y atentos a las necesidades que están en todas partes”.

En este sentido, concluyó: “hoy podemos decir que los heridos no son los más pobres, los enfermos, sino también la juventud que muchas veces está al borde del camino sin que alguien se preocupe por tenderle la mano, y un poco de esperanza para que todos recuperemos el sentido de la vida”.

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