“No tengan miedo a meterse, métanse en todas las áreas, en los ámbitos que están gritando la necesidad de un anuncio evangélico, no tengan miedo, siempre que no vayan solas, vayan con el Señor; por eso la vida de oración en ustedes, mujeres de frontera, tiene que ir pegada a las opciones pastorales; de la contemplación y de la lectura de la Escritura a la acción, de ahí a la contemplación”. Con estas palabras, el papa Francisco ha querido unirse por videomensaje al jubileo por los 150 años de las Hijas de Jesús, que comenzó este 8 de diciembre.
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Asimismo, el Papa pidió a las jesuitinas que “pierdan el tiempo adorando, que la oración de adoración sea el homenaje de cada una de ustedes, de todo el Instituto durante este año al Señor que las bendijo con esta gracia, con este carisma”.
Tras agradecer a Graciela Francovig, superiora general, la instauración de este año jubilar y recordar que seguro que la Madre Cándida está “muy contenta desde el cielo”, entró en materia para asegurar que este jubileo es “un año de preparación, un año para para ver todo, examinar, revisar, leer las Constituciones, reflexionar sobre el carisma fundacional, mirar el Instituto cómo está viviendo todo eso, eso es muy saludable y eso hace bien”.
Mirar el carisma fundacional
Para Francisco, este año jubilar, bajo el lema ‘Un carisma vivo, un camino compartido’, es una oportunidad para “revisar la hoja de ruta, por eso a ustedes, queridas hermanas, les agradezco este gesto y les digo no tengan miedo a revisar la hoja de ruta y ver qué decisiones nuevas tienen que tomar, qué cosas tienen que dejar de lado pero siempre mirando el carisma fundacional, porque esa es la brújula que las va a guiar sin que se equivoquen”. Por último, tras impartirles la bendición, Jorge Mario Bergoglio les aseguró su oración y les instó a rezar por él, porque “también lo necesito”.