Este 10 de diciembre las Conferencias episcopales de Venezuela y Ecuador han lamentado en sendos comunicados el fallecimiento de José Mario Ruiz Navas, arzobispo emérito de Portoviejo (Ecuador), y de Rafael Conde Alfonzo, arzobispo emérito de Maracay.
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Desde Ecuador han señalado que Ruiz Navas falleció a sus 90 años en Lacatunga, provincia de Cotopaxi, de la que fue su segundo obispo en 1969 durante 21 años; mientras que la Iglesia venezolana ha destacado que Conde, de 77 años, comenzó su ministerio episcopal como auxiliar de Caracas en 1995.
Participó en Vaticano II
Los obispos ecuatorianos han recordado que su colega acompañó “al cardenal Carlos María de La Torre como su secretario al Cónclave en el que fue elegido como Papa Juan XXIII, participando en las cuatro etapas del Concilio Vaticano II”.
Ruiz Navas fue ordenado sacerdote en Roma el 17 de abril de 1954 y tras este periplo regresó a su natal Ecuador en 1959 para asumir como Secretario General de la Conferencia de obispos, bajo la guía del cardenal Echeverría, entonces obispo de Ambato.
Además fue presidente de la Conferencia Episcopal en tres periodos consecutivos (1993-2002) y fundó en Manabí la radio Católica y el seminario de San Pedro. En 1994 el entonces papa Juan Pablo II lo nombra arzobispo de Portoviejo.
Destacada trayectoria en derecho canónico
Sobre el arzobispo emérito de Maracay, sus pares de Venezuela han resaltado que fue ordenado sacerdote en 1968 por José Humberto Quintero, el primer cardenal venezolano. Fue vicerrector del Seminario San José en El Hatillo, profesor de Derecho Canónico en el mismo Seminario.
Conde se destacó por su trayectoria en derecho canónico siendo “canciller de la curia arquidiocesana, notario del tribunal eclesiástico, deán de la Iglesia Catedral de Caracas, miembro de la Comisión Nacional de Codificación; Vicario Judicial del Tribunal eclesiástico y miembro del Colegio de consultores y Consejo Presbiteral”.
En 2008 asumió la jefatura de la diócesis de Maracay bajo el lema «Siempre alegres en el Señor», con el cual “orientó sus años de servicio a la Iglesia como Obispo”.
