Müller le quiere marcar las prioridades al Papa: “Jesús no fundó la Iglesia para hablar de temas secundarios como los migrantes”

Para el cardenal Müller, el papa Francisco está equivocado. Tiene, de hecho, un error en cuanto a sus prioridades. Y así lo ha expresado en una entrevista con LifeSiteNews en la que ha hablado acerca de la llamada telefónica entre el Pontífice y Joe Biden tras ser elegido presidente de Estados Unidos el pasado mes de noviembre. Una conversación en la que, según Müller, el Papa se centró en “cosas secundarias” para la Iglesia, como es la llegada de migrantes o la crisis climática.

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“Hablar de Dios y de Jesucristo como salvador de todos y de la vida eterna son los puntos principales de la Iglesia católica”, subrayó el cardenal, que considera que estos son asuntos “más importantes” que los que el Papa y Biden trataron en su conversación, donde hablaron sobre cómo “abordar la crisis del cambio climático y dar la bienvenida e integrar a inmigrantes y refugiados en nuestras comunidades”.

“Jesús no fundó la Iglesia para hablar de cosas que son de importancia secundaria, sino de las de importancia principal: que todos viviremos en la gracia y llegaremos a la vida eterna”, afirmó el cardenal, matizando que esta es la única misión de la Iglesia Católica. “El Papa y los obispos tienen esta misión por medio de la ordenación sacramental: predicar el Evangelio de Jesucristo y mediar la gracia en los sacramentos”, aseveró.

Un asunto importante: el aborto

Además, tras apuntar que considera que Francisco se “precipitó” al felicitar a Biden ya que todavía “nadie sabe cuál es el resultado oficial de las elecciones estadounidenses”, Müller apuntó que, al menos, espera que hablasen sobre un tema que para el cardenal “es muy importante”: el aborto.

“Tengo la esperanza de que hablasen sobre el aborto, que es el asesinato de bebés inocentes, criaturas de Dios, hijos de Dios”, ya que “eso es muy importante, no solo a nivel político, sino desde el punto de vista de la moral y los fundamentos de nuestra antropología. Todo el mundo tiene su vida por Dios, y nadie tiene derecho a matar a otra persona”.