El juicio contra el obispo Luigi Ventura, de 76 años, ha llegado a su fin con el fallo del tribunal: ocho meses de prisión y el pago de daños y perjuicios a las víctimas de entre 2.000 y 6.000 euros. Y es que el que fuera nuncio apostólico del Vaticano en Francia ha sido hallado “culpable de agresión sexual” por el Tribunal Penal de París por haber “llevado su mano a las nalgas” de cuatro jóvenes.
“Mi cliente es inocente de cualquier intención sexual en estos gestos extraordinariamente aislados”, ha dicho a Le Figaro su abogada, Solagne Doumic, quien ha asegurado, a su vez, que planean apelar la sentencia, si bien el caso “está destrozando” a su representado.
El juicio contra Ventura, que fue nuncio del Vaticano en Francia entre 2009 y 2019, comenzó el pasado 10 de noviembre en París, aunque él no acudió a la cita personalmente. Permaneció en Italia, amparado por un certificado médico. La Fiscalía pidió entonces una pena de 10 meses de prisión para Ventura por los actos de los que, ahora, se le ha hallado culpable.
Tres de los denunciantes estuvieron en la audiencia, donde confirmaron sus declaraciones, coincidiendo en que el “asombro” momentáneo tras lo ocurrido “les impidió reaccionar ante gestos tan explícitos” y, según ellos, de un carácter “claramente sexual”. “Estoy esperando que la justicia reconozca nuestra condición de víctimas”, añadió uno de ellos. “No es por atacar a la Iglesia”, continuó, afirmando que es “católico practicante”. “Son hechos que viví y que me duelen”, asevera el joven ex seminarista.
En diciembre de 2019, la Santa Sede anunciaba que el papa Francisco había aceptado la renuncia a su cargo del Nuncio Apostólico en Francia, Luigi Ventura, de 74 años, a quien había retirado anteriormente la inmunidad de su cargo.
En febrero de 2019 el diario Le Monde daba la exclusiva de que Ventura estaba siendo investigado por la fiscalía de París por una presunta agresión sexual a Mathieu de la Souchère, un joven funcionario de alrededor de 30 años, durante una ceremonia oficial el pasado 17 de enero.
Según relataba entonces la víctima, el nuncio le “manoseó” varias veces, pues era el encargado de recibirlo antes de la recepción oficial. Al hacerse público el caso de este joven, otros dos hombres acudieron a denunciar hechos similares ocurridos en 2018. Más tarde, un cuarto hombre también presentó su denuncia.