El cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, no cesa en sus muestras de rechazo a la ley de la eutanasia, aprobada ayer en el Congreso y a la que únicamente le queda pasar por el Senado una vez más para estar totalmente vigente en nuestro país. De hecho, una vez se do a conocer ayer, 17 de diciembre, el fallo de la Cámara –con el apoyo de una amplia mayoría, a excepción de Vox, PP y UPN– el purpurado pidió que los edificios eclesiásticos de la Archidiócesis ondeen banderas a media y crespones negros en señal de duelo.
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Asimismo, ha animado a los ciudadanos que lo deseen a a exhibir, a los ciudadanos que lo deseen, crespones negros en sus balcones. “Una vez más, decimos no a esta ley perversa e inicua, no a la eutanasia, y sí a los cuidados paliativos, expresión de la compasión y de la caridad que debemos a la persona humana y a las familias ante esa fase final de la vida”, decía Cañizares en su última carta, en la cual animaba a que se celebrasen el pasado miércoles “en todas las iglesias” vigilias de oración “pidiendo que, en el último minuto, pueda suspenderse o no se apruebe esta ley cruel e inhumana″.
Crespones negros
Asimismo, el cardenal invitaba a los fieles valencianos a sumarse, el mismo miércoles, a la jornada de oración y ayuno convocada por la Conferencia Episcopal Española ante la previsible aprobación de la Ley de la eutanasia, “para pedir al Señor que inspire leyes que respeten y promuevan el cuidado de la vida humana”.
Siguiendo el llamamiento del Cardenal, la basílica de la Virgen de los Desamparados celebró su vigilia de oración, durante la exposición del Santísimo. El acto se llevó a cabo ante la imagen de la Mare de Déu que lleva un crespón negro en señal de duelo. El mismo que lució durante un mes, desde el 7 de mayo hasta el 6 de junio pasados, como signo de duelo por los fallecidos a causa de la pandemia de Covid-19, y que fue retirado al finalizar los diez días de luto oficial decretados en España.